¿Cuándo es el equinoccio de primavera en el hemisferio norte del planeta?

La pirámide maya de Chichén-Itzá en Yucatán, fue construida en una perfecta ubicación geográfica que refleja el movimiento del sol en los equinoccios de primavera y otoño. (Foto: Periódico Cubano)

El domingo 20 de marzo de 2022 es la fecha oficial del equinoccio de primavera en el hemisferio norte del planeta. La exactitud de los cálculos astronómicos indica el fin del invierno y el comienzo de la primavera justo a las 11:33 am (hora del este de los EEUU).

El equinoccio marca el momento preciso en que los rayos del sol inciden directamente sobre el ecuador de la Tierra. Por lo cual el venidero domingo será uno de los dos días del año (el otro es el día del equinoccio de otoño en septiembre) cuando el eje de la Tierra no está inclinado ni hacia el sol ni hacia el lado opuesto. Ello resulta en una igual duración del día (12 horas) como de la noche, las restantes 12 horas.

De igual forma, casi todos los puntos de la Tierra, excepto los polos, experimentarán un amanecer exactamente en el este y una puesta de sol en el oeste.

Desde el 20 de marzo y por los próximos tres meses, la duración del día se irá haciendo más larga, por lo cual la cantidad de sol que recibe la mitad norte del planeta será mayor.

Investigadores de antropología han realizado estudios donde aseguran que “la creencia popular manifiesta que ese equilibrio entre las horas de iluminación solar y de oscuridad puede ser un momento ideal para que el ser humano ponga en equilibrio sus pasiones y debilidades, y de esta forma logre fortalecer su mente y cuerpo”.

Estas creencias de las culturas prehispánicas han trascendido hasta la actualidad por medio de construcciones majestuosas como la pirámide maya de Chichén-Itzá en Yucatán, declarada como una de las siete nuevas maravillas del mundo.

Los pueblos originarios de la región construyeron la pirámide en una perfecta ubicación geográfica que refleja el movimiento del sol.

Con la llegada del atardecer, el Astro Rey proyecta su sombra y forma en el barandal de una de las escalinatas del castillo, una serie de rombos que simulan el cuerpo de una serpiente cuya cabeza hecha de piedra se encuentra al pie de la escalinata; dando lugar a uno de los fenómenos más impactantes por su precisión dentro de la cultura maya.