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¿Cuánto nos va a durar la inmunidad de las vacunas contra COVID-19?

MUNDO

¿Cuánto nos va a durar la inmunidad de las vacunas contra COVID-19?

A medida que avanza la vacunación contra COVID-19, crecen las dudas sobre cuánto tiempo estaremos protegidos ante el virus

Aún no se disponen de datos suficientes para poder asegurar cuánto va a durar la inmunidad de las vacunas contra COVID-19, pues no ha transcurrido el tiempo necesario desde el inicio de la pandemia para acumular evidencias que despejen todas las dudas. Sin embargo, ya se han conocido algunos detalles importantes.

Lo primero es referente a la memoria inmunológica. Cuando el sistema inmunitario enfrenta cierto antígeno administrado en una vacuna, los componentes de respuesta inmunitaria tardan algunos días en activarse completamente. Es por eso que a veces sucumbimos a las infecciones luego de estar recién vacunados.

No obstante, se generan las llamadas células memoria, que tienen larga vida y guardan la información sobre cómo destruir la enfermedad ante otros eventuales contagios. Si volvemos a toparnos con la infección, la respuesta secundaria será mucho más rápida y eficaz, debido a la activación de las células memoria.

En el caso de las vacunas contra COVID-19, la pregunta sería si esa inmunidad genera los coronavirus memoria necesarios para protegernos ante las infecciones. Los científicos han asegurado que sí, como señala un estudio publicado por BBC Mundo.

Por otro lado, se encuentran las células plasmáticas de larga vida, otro  importante aliado para protegernos. Cuando la inmunidad se activa tras reconocer al antígeno, se convierte en una célula llamada plasmática.

La mayoría de estas células mueren cuando acaba la infección. Pero en algunas ocasiones se producen otras células plasmáticas de larga vida, a veces de vida eterna, que estarían formando constantemente anticuerpos para neutralizar nuevos contagios, como ocurre con las paperas o el sarampión, por ejemplo. Por eso no volvemos a sufrir estas enfermedades.

El caso particular del COVID-19

Estudios científicos han mostrado que los anticuerpos anti SARS-CoV-2, que ocasiona COVID-19, permanecían en pacientes que habían sufrido la enfermedad durante al menos 8 meses, e iban disminuyendo a una velocidad inferior a la inicialmente anunciada.

Las células memoria productoras de anticuerpos se mantenían activas y en niveles altos a lo largo de esos 8 meses, por lo que podría suponerse que conferirían protección durante algunos años.

Estudios más recientes han elevado esta defensa hasta al menos 12 meses, reseña BBC Mundo. Además, la protección aumentaba aún más entre quienes habían pasado la enfermedad y posteriormente habían recibido una dosis de vacuna.

Se ha demostrado que la respuesta a las vacunas induce una potente creación de células plasmáticas en los llamados centros germinales, un requisito fundamental para que se produzcan las células memoria de protección contra el virus.

Asimismo, los investigadores han descubierto que la disminución de los anticuerpos tras sufrir la enfermedad tenía dos fases: una primera, en la que decaían rápidamente, y otra a partir de la cual se mantenían estables.

Este patrón sugería que las células plasmáticas de larga vida podrían ser responsables de mantener los anticuerpos. Y así quedó demostrado, pues fueron encontradas células plasmáticas de larga vida unos 11 meses tras sufrir la enfermedad.

Esto podría significar que además de tener una respuesta a largo plazo de células memoria, también podríamos contar con células plasmáticas que estarán produciendo anticuerpos frente al virus durante, probablemente, varios años.

Solo el tiempo dirá cuánto realmente durarán los anticuerpos contra COVID-19 en nuestro sistema inmunológico, pero es muy probable que haya que administrar dosis de recuerdo para reforzar la inmunidad en algún momento más adelante.

Otro elemento a tener en cuenta es que toda esta inmunidad es generada frente al virus original, que es el que está contenido en las vacunas que se administran actualmente.

Nuevas variantes podrían aparecer, lo suficientemente diferentes de la original como para escapar a nuestras células memoria, que solo recuerdan lo que ya han visto. En este caso, habría que administrar vacunas dirigidas a estas nuevas variantes. Pero eso no podemos predecirlo desde ahora.

Lo cierto es que los científicos han alertado que vamos a convivir durante muchos años más con el virus, por lo que tendremos que vigilarlo y mantener los cuidados.

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