Cuba podría tener casi 2 millones de pobres por la crisis económica

La situación económica en Cuba se asemeja cada vez más a los tristes tiempos del Periodo Especial de la década de los años 90 y la cantidad de personas que se encuentran en situación de pobreza crece aceleradamente. Cifras oficiales del Gobierno, que no emplea el término pobreza, contabilizan este año a unas 641.737 familias “vulnerables”.

Sobre el tema varios expertos cubanos opinan, es el caso del economista Pedro Monreal. Cálculos simples develan que en total la población en “riesgo” o en pobreza es de alrededor de un millón 861 mil personas. A la cifra se llega multiplicando esa cantidad de hogares que oficialmente son “vulnerables” por la cantidad promedio de habitantes en una casa cubana (2.9).

Por lo tanto, más de un 16% de la población está en una condición crítica. Incluido el acceso a una alimentación de calidad. Si bien el dato podría ser muy conservador es una cifra a la cual se llega a partir de datos reconocidos por el gobierno, aunque no tenga en cuenta los parámetros de pobreza establecidos por el Fondo Monetario Internacional.

El gobierno cubano oculta la cifra y son difíciles los estudios independientes sobre el tema dentro de la Isla, según develó Monreal en su cuenta de Facebook “no existen datos oficiales de pobreza en Cuba. Hasta donde conozco, la última vez que un texto publicado en Cuba identificó el dato, la cifra fue de 25% de la población y fue aportado por el Dr. Juan Valdés Paz en el prólogo de un libro de 2014”.

El Doctor en Ciencias Filosóficas de la Universidad de La Habana Giovanni Fernández explicó en Facebook que investigaciones a escala más pequeñas se ha hecho en Cuba como la realizada en el barrio San Isidro de Centro Habana y publicada por la Dra. Reina Fleitas bajo el título “Investigación Antropológica en Salud. Enfoque de género” (2015).

Fleitas afirma que el tamaño medio de los hogares muestreados es 4,7 personas las cuales gastan un estimado en 3.817 CUP en salud y 1.802 CUP en comida, lo cual es sorprendente en un sistema sanitario supuestamente gratuito. La explicación está en los continuos padecimientos de salud como la diabetis, presión alta, cardiopatías, como consecuencia de una mala alimentación.