Cuba y EEUU acuerdan vuelos de deportación de migrantes detenidos en la frontera con México

Actualmente ICE mantiene bajo custodia más de una docena de cubanos que no pasaron la prueba inicial de asilo en la frontera. (Foto: Periódico Cubano)

El Gobierno cubano acordó con la administración demócrata de los Estados Unidos iniciar los vuelos de deportación para aquellos migrantes retenidos en la frontera con México.

El acuerdo sería el primero de su tipo entre ambas naciones en años, aseveraron tres funcionarios del gobierno en Washington a la agencia de noticias Reuters. También sería la primera vez desde la pandemia, que Cuba acepta vuelos de deportación desde suelo americano con cubanos atrapados en la frontera entre los EEUU y el país azteca.

Actualmente el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE, por sus siglas en inglés), mantiene bajo custodia a una docena de cubanos que no pasaron la prueba inicial de asilo en la frontera, la conocida como “prueba de miedo creíble”. “La agencia estadounidense está esperando hasta tener suficientes deportados cubanos para llenar un avión antes de enviar uno a La Habana” explicaron los funcionarios de manera anónima Reuters.

Otra fuente, que no menciona la agencia de noticias, asegura que no habría un “acuerdo formal para vuelos regulares de deportación”, pero que Cuba si habría aceptado el retorno de grupos ocasionales de deportados.

En el caso de los balseros interceptados en el mar, la Guardia Costera de los EEUU los ha seguido devolviendo a la Isla y estos los ha aceptado de regreso. Por este medio se repatriaron en 2022, 6.182 balseros, según las cifras oficiales. Aquellos que lograron llegar a tierra sin ser detectados, no han sido deportados a la Isla.

Desde el 2020 cuando el auge de la pandemia de COVID-19, no se realizan deportaciones regulares de cubanos entre ambas naciones, aunque los Estados Unidos continuaron deportando a pequeños grupos de cubanos y casos aislados a través de aerolíneas comerciales, explicó a Reuters otro funcionario estadounidense.

En total, durante el año fiscal del 2020, al menos de 1500 cubanos fueron expulsados de territorio americano, según datos del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU.

La reanudación a Cuba de los vuelos de deportación por parte de ICE bien podría ser un mensaje simbólico a los posibles migrantes que normalmente llegan a su frontera con México a través de América Central, empezando su viaje en Nicaragua, país al cual los cubanos pueden entrar sin necesidad de visa.

El mecanismo, sería una nueva herramienta que tendría por objetivo disuadir a los ciudadanos de abandonar la Isla y de frenar a los miles de migrantes cubanos que se encuentran en camino a la frontera norte de México.

Algo parecido ocurrió en 2017, cuando apenas le quedaban unas 48 horas para abandonar su mandato final, el presidente Barack Obama puso fin de la política “pies secos / pies mojados”, que le permitía a los cubanos que llegaran a EEUU —sin visa— convertirse en residentes permanentes. En ese entonces, miles de cubanos quedaron en un limbo legal sin poder ingresar a territorio americano, sin querer volver a la Isla y de manera ilegal en México.

En recién finalizado año fiscal 2022, llegaron a los Estados Unidos más de 224 mil cubanos por esa vía, un récord que supera la crisis de los balseros y de los cuales la gran mayoría fue liberada en Estados Unidos con casos de inmigración pendientes.

El pasado 9 de noviembre, una delegación norteamericana compuesta por altos funcionarios de inmigración se reunió en La Habana con diplomáticos del régimen, en lo que sería la visita de más alto nivel desde el histórico acercamiento del presidente Obama, coincidiendo con los peores momentos de la crisis migratoria.

Ese mismo día, la embajada de EEUU anunciaba que comenzaría a procesar todas las categorías de visas de inmigrantes para los cubanos que solicitan ese tipo de trámites, eliminado la necesidad de que los interesados se tengan que trasladar hasta Guyana.

En la actualidad más de 40 mil cubanos están pendientes o en proceso de deportación, pero el Gobierno cubano no los acepta. EEUU, por su parte, tampoco los incorpora en su proceso de naturalización, con lo cual quedan en un limbo migratorio del cual les es imposible salir.