Cubano cruzó el Darién con una pierna operada y muletas

Para poder llegar a Estados Unidos a solicitar asilo, miles de cubanos se aventuran a travesar la temida selva del Darién, una zona entre Colombia y Panamá donde el peligro abunda a toda hora ya sea por cuestiones naturales o debido al narcotráfico.

Rudys Columbié Ramírez es uno de esa gran cantidad de migrantes que decidió cruzar la selva donde vivió una experiencia dramática que le costó la vida a 66 personas.

El cubano se internó en el Darién utilizando muletas por tener una pierna operada; le habían dicho que necesitaba dos meses de reposo tras un accidente en moto, pero no aguantó seguir viviendo bajo el sistema socialista y emprendió el viaje en búsqueda de una mejor prosperidad.

En dado momento de la travesía, fue testigo de cómo la crecida de un río arrastró a 66 migrantes, varios de ellos compañeros con los que inició el viaje.

“El último día de la travesía, ya no tenía fuerzas. Un grupo de migrantes, que ya habían llegado al campamento y venían de regreso en busca de sus familiares, me ayudaron a llegar al final”, comenta Rudys en una entrevista.

Agregó que cuando le tocó el momento de cruzar el río, antes de la crecida, fue ayudado por varias personas, incluso algunas lo cargaron y, para su suerte, encontró una pequeña embarcación que le permitió seguir su camino hasta un pueblo llamado Bajo Chiquito, donde un joven a caballo lo sacó de la selva.

A pesar de su situación física, Columbié Ramírez continuó su viaje y ahora se encuentra en la frontera norte de México esperando turno para solicitar asilo ante agentes de migración con tal de entrar legal a territorio estadounidense.

“No voy a regresar a Cuba, allá solo me espera represión y hambre”, fue su respuesta a la pregunta si regresaría a  la isla de no lograr conseguir el asilo.