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Cubano grita a la caravana de la victoria: “¿Ustedes ya desayunaron? ¿Ya desayunaron los niños?”
La representación del recorrido de Fidel Castro hacia La Habana pierde interés entre los cubanos a causa de la crisis generalizada y la represión política
El régimen sí tiene combustible para mover vehículos en la caravana de la victoria. (Captura de pantalla © Periódico Cubano)
En medio de notables problemas económicos, una crisis migratoria histórica y el desabastecimiento de comida, el gobierno cubano volvió a realizar la “caravana de la victoria” para representar el recorrido que el fallecido dictador Fidel Castro inició en Santiago de Cuba y culminó en La Habana el 8 de enero de 1959.
En los primeros días de enero, el sistema de propaganda del régimen pone en marcha su maquinaria para recrear este performance, que busca reafirmar la legitimidad del castrismo en la Isla.
Estudiantes, jubilados, trabajadores y aquellos leales al sistema son convocados y acarreados para interpretar a combatientes de la llamada revolución, que en esa ocasión recorrieron gran parte del país.
Mientras las autoridades tratan de demostrar un respaldo ciudadano, la realidad se impone ante ello. Imágenes compartidas a la redacción de Periódico Cubano sobre este recorrido muestra a ciudadanos inconformes con la teatralización del hecho histórico.
“Mira qué rico y el pueblo pasando hambre. ¿Ustedes ya desayunaron o todavía? ¿Ya desayunaron los niños en la escuela?”, gritó un vecino de San Miguel del Padrón mientras veía el paso de la caravana.
Pese a la aguda crisis de transporte, se muestran imágenes de vehículos que transportan a los abanderados de diversas organizaciones, tratando de ocultar la decadencia del país.
Una de las escenas más indignantes es la circulación de una ambulancia como parte de este circo, cuando es uno de los vehículos más requeridos en el país, pero tardan en responder a solicitudes de emergencia por falta de gasolina o desperfectos mecánicos.
La crisis de combustible también parecía inexistente en el evento realizado en Sancti Spíritus, donde sí hubo la gasolina suficiente para pasear una enorme fotografía del exmandatario, custodiada por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
En cada provincia, los convocados reciben a la comitiva después de recorrer las calles de la ciudad. Sin embargo, las imágenes distan mucho de evocar a la multitud que recibió a Castro y su séquito en 1959.
En Bayamo, provincia de Granma, los pocos presentes solo mostraron una apatía que contrasta con el fervor revolucionario de antaño. Santiago de Cuba, uno de los bastiones históricos del proceso impulsado por Fidel, también vio una disminución significativa en la participación de ciudadanos en el desfile.
Mientras el régimen intenta proyectar una imagen de apoyo masivo al sistema comunista, miles de cubanos optan voluntariamente por abandonar el país en busca de mejores oportunidades de vida y en aras de alcanzar libertad.
