Cubanos que llegaron a la Florida en ala delta con motor “ya están en la calle”

Ambos planearon su fuga adaptando un tanque de combustible extra al vehículo aéreo tipo Trike. (Fotos: Amantes de la Aviación – Facebook)

Los jóvenes cubanos David López Alfonso e Ismael Hernández Chirino, quienes el 25 de marzo pasado llegaron en un vuelo de ala delta motorizado al sur de la Florida tras salir de la zona de Tarará, fueron liberados el pasado lunes del Centro de Detención de Inmigrantes de Krome.

De acuerdo con declaraciones a Radio Martí de su abogado Willy Allen, ambos cubanos ganaron sus casos de asilo político y “ya están en calle” junto a sus familiares en la ciudad de Miami.

“David e Ismael están en Miami y en la calle”, declaró el reconocido abogado cubanoamericano, haciendo referencia a que después de ganado el juicio se esperó una posible apelación por parte de la fiscalía, pero finalmente fueron liberados.

“El lunes la oficina de Krome (Centro de detención de Krome para Inmigrantes) dijo que no había apelación pendiente todavía y los puso a los dos en libertad”, explicó Allen.

El letrado, especializado en temas migratorios, se involucró en el caso como representante legal de Hernández Chirino, quien ya había expresado su temor por futuras represalias del gobierno comunista en su contra si lo regresaban a la Isla. Sin embargo, también terminó por defender el caso de asilo del otro cubano.

Ambos jóvenes utilizaron un vehículo tipo “Trike” con matrícula CU-1619, que era empleado para servicios turísticos en las playas del Este de La Habana. Con ese artefacto cruzaron el Estrecho de la Florida y finalmente aterrizaron en Cayo Hueso.

El Club de Aviación de Cuba calificó como una “violación flagrante” la actitud de los pilotos, a quienes acusa de “robarse” el ala delta con motor; por ello, solicitaron a las autoridades norteamericanas que aplicaran las sanciones correspondientes y devolvieran el equipo sustraído.

Ambos planificaron su fuga adaptando un tanque de combustible extra para surtir con gasolina al motor para el largo trayecto, que no está contemplado por diseño. Los hombres tuvieron en cuenta las variables de la distancia y el tiempo de vuelo. No obstante, las aspas de la hélice que impulsan el motor sufrieron desgaste en sus extremos a lo largo de las más de 90 millas de vuelo.

Este hecho captó una vez más la atención de la comunidad cubana en el extranjero, y dejó en evidencia el deseo de libertad que impulsa a muchos cubanos a arriesgar sus vidas para escapar de la represión, el desabastecimiento de comida, la falta de medicamentos, una permanente crisis económica y la continua violación de los derechos humanos.