Cuidado con los contratistas y los subsidios: La historia de una damnificada cubana

La denuncia a la prensa nacional de una damnificada del huracán Sandy (2012) en Santiago de Cuba ha puesto sobre la mesa un serio problema que bien podría repetirse hoy, dos semanas después del paso de un tornado por La Habana.

Miriam Reynaldo Téllez, vecina de la calle Revolución No 21, escribió al periódico Granma a raíz de una estafa de la que fue víctima hace más de seis años y de la cual no ha logrado recuperarse todavía, en gran parte por culpa del mal proceder de las autoridades implicadas.

Miriam solicitó un subsidio al Gobierno en octubre de 2012, luego de que el huracán Sandy dejara su casa en muy mal estado, pero la contratista que le asignaron en el punto de venta de materiales de la construcción terminó robándole todos sus fondos.

“En el punto de venta me atendieron y viabilizaron mi contacto con la contratista y jefa de brigada de construcción, quien hizo la documentación necesaria para hacer efectivo el contrato e iniciar la construcción”, relató a la sección Cartas a la Dirección.

Según dijo, Miriam comenzó a recibir los materiales, pero solo llegaron el acero, ocho metros de áridos y los bloques, pero no recibió todo lo demandado. La contratista le insistió entonces en que pasara a su cuenta el dinero de la mano de obra para facilitar el proceso.

“Desde ese mismo momento se paralizó la construcción. Fui estafada y también el Estado”, subrayó la mujer.

La contratista, cuya identidad no fue revelada, fue juzgada y a Miriam la remitieron a la caja de resarcimiento, que no tiene una fecha límite para entregar ese dinero. “Es decir, que no sé cuándo vuelva a recuperarlo. Mientras, sigo esperando por la reparación de mi casa… y no fui la única estafada por ella”, concluyó.

Hasta el momento, ninguna autoridad del sector de la Vivienda ha dado respuesta al reclamo de la santiaguera en Granma.

Si bien el ojo mediático sigue mucho más de cerca los estragos que causó el tornado en La Habana por tratarse de un hecho sin precedentes en casi 80 años, los damnificados deben estar atentos a este tipo de situaciones desagradables dada las condiciones críticas de desabastecimiento y escasez por las que atraviesa el país.

En este caso también se han habilitado los puntos estatales de venta de materiales de la construcción, pero el caos burocrático es tanto que la propia prensa oficialista lo ha señalado como una de las situaciones “más complejas” que ha enfrentado el Gobierno y la población habanera.