Descubren posible causa del avión siniestrado en Rusia

El avión ruso de la agencia Aeroflot que se accidentó el pasado domingo dejando un saldo de 41 personas fallecidas estaba repleto de combustible, lo cual ocasionó que la tragedia fuera de proporciones mayores.

La aeronave había despegado desde el aeropuerto Sheremétievo de Moscú, cuando a pocos minutos de vuelo se adentró una tormenta. “Todo comenzó durante el despegue», relató una azafata sobreviviente a la agencia AP.

«Cuando la aeronave estaba en pleno ascenso, entró en una nube gris con granizo que, de hecho, era tan intenso que se podía oír como chocaba contra el avión”, añadió.

Un rayo pudo ser el causante del punto de ignición del incendio y, al regresar a pista en condiciones de atmósfera estándar con más presencia de oxígeno, el fuego se propagó rápidamente.

Las llamas destruyeron la mitad del avión y las personas más afectadas fueron las que venían en la parte trasera. La ruta del avión era desde Moscú a la ciudad rusa de Múrmansk, por lo que en su mayoría eran nacionales, aunque hasta el momento se ha identificado a un estadounidense entre las víctimas mortales.

Los aviones están preparados para enfrentar una tormenta en pleno vuelo, por lo que ser alcanzados por un rayo no debe ser motivo de preocupación. Sin embargo, esta aeronave tenía preocupada a su tripulación por defectos en los estabilizadores horizontales.

En 2017, la autoridad de aeronáutica rusa ordenó una inspección de todos los Superjet del país debido a esas fallas.

La aerolínea mexicana Interjet suspendió el uso de sus aviones Superjet en diciembre de 2016 y posteriormente informó que los retiraría gradualmente de su flotilla.