Despiden a chofer y cobrador de ruta P1 en La Habana por “grave indisciplina”

Según la empresa estatal, el chofer y el cobrador violaron las normativas establecidas para el transporte público. (Captura de pantalla © Armandito Tecno – YouTube)

La Empresa Provincial de Transporte en La Habana despidió al chofer y al cobrador de ómnibus urbanos de la ruta P1 que cubre el trayecto entre el municipio Cotorro y Playa. De acuerdo con un reporte de la prensa oficialista, el despido se dio por una situación acontecida el pasado 6 de septiembre que tuvo amplia repercusión en redes sociales.

El caso fue que un ciudadano fue captado en imágenes abordando el ómnibus por la parte trasera mientras cargaba una carretilla cargada de 11 sacos de pencas de palmas. El hecho sucedió a las 3:20 p.m. en la parada de 31 y 10, en Miramar. El chofer y el cobrador permitieron la acción, violando las normativas establecidas para el transporte público, según indica la investigación de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Terminal de Ómnibus Alberro.

La propia nota destaca que ambos trabajadores reconocieron la “grave indisciplina” cometida. En consecuencia, el cobrador de la ruta que tenía un contrato temporal fue despedido inmediatamente. Con el chófer, que sí era parte de la nómina de la UEB, tampoco se tuvo contemplación y fue “sancionado con la separación definitiva de la empresa”.

Ninguno de los dos trabajadores fue defendido por el sindicato de transportistas y tampoco por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) que actúa como brazo de control a favor del régimen castrista y las administraciones de las empresas estatales.

La Empresa Provincial de Transporte en La Habana aseguró que “este tipo de incidentes no será tolerado, y se aplicarán siempre medidas correctivas a los infractores con el fin de garantizar la eficiencia y el respeto a las normas que rigen el transporte público en la capital”.

En ese sentido, agradece las denuncias hechas por la población e incentiva a seguir con las delaciones públicas o privadas ante cualquier irregularidad con el transporte urbano.

Críticas en las redes sociales sobre el despido de los trabajadores

Los comentarios compartidos en redes sociales destacan la disconformidad generalizada con la manera en que la empresa maneja estas situaciones, priorizando la separación definitiva en lugar de optar por medidas más justas y constructivas.

Randy Fernández Zaldíbar, chofer de ómnibus, expresa su frustración por lo que él considera una medida “injusta” y desproporcionada. Señala que en una situación en la que el transporte público es la única opción asequible para muchas personas, los choferes se ven presionados a tomar decisiones difíciles para satisfacer las necesidades de los pasajeros.

El despido de un trabajador con trayectoria, en su opinión, no solo destruye una carrera, sino que también refleja una política empresarial que prefiere castigar en lugar de guiar. En este contexto, la empresa parece más interesada en aplicar sanciones extremas que en apoyar a sus empleados.

El comentario de Alvaro Álvarez refuerza esta crítica, subrayando la experiencia de 36 años del chofer despedido, lo cual debió haber sido un factor a considerar antes de tomar una decisión tan drástica. Aquí, se cuestiona si el error cometido realmente justifica una medida tan extrema, especialmente cuando existen infracciones más graves que, según muchos, pasan desapercibidas dentro de la propia gestión de la empresa.

La crítica a la gestión de la Empresa Provincial de Transporte no se limita al despido en sí. Rene Rodri va más allá al acusar a la empresa de “descaro”, resaltando que los choferes son los que pagan por los errores mientras soportan abusos tanto de la población como de los directivos. Esta denuncia apunta a un ambiente laboral tóxico, donde los trabajadores están atrapados entre las demandas de los ciudadanos y la incompetencia de la gestión.

Otros, como Juan José García Rosales, señalan que también debe educarse a la población, que a menudo contribuye a la problemática del transporte al imponer sus propias reglas, lo que genera tensiones entre los usuarios y el personal. En este sentido, parece que la empresa está fallando no solo en su relación con los trabajadores, sino también en su capacidad para gestionar el servicio de manera efectiva y justa.

Por su parte, Alex AZ cuestiona si el chofer tenía antecedentes previos de indisciplina, sugiriendo que la medida fue “extrema” si este fuera su primer error. Este punto subraya una preocupación generalizada sobre la falta de equidad en la manera en que la empresa maneja las sanciones.

En el mismo sentido, Yanet Yany Calvo expresa que el acto del chofer podría verse como un “gesto de humanidad”, dado el estado crítico del transporte en La Habana. Critica el hecho de que la empresa solo actuó debido a la viralización del incidente, reflejando una política reactiva que solo busca silenciar las críticas públicas en lugar de abordar las causas profundas de las infracciones.