Después de crear las tiendas en MLC ahora Alejandro Gil quiere «avanzar gradualmente en la desdolarización»

“Tenemos que recuperar el papel de la moneda nacional, avanzar gradualmente en la desdolarización», dijo el ministro cubano. (Foto: Periódico Cubano)

Después de impulsar la creación de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) e incumplir la promesa de que esos establecimientos solo se dedicarían a vender artículos de alta gama, ahora el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, quiere “avanzar gradualmente en la desdolarización” en Cuba.

Según un reportaje de la oficialista Prensa Latina que cubrió el desarrollo del Comité Técnico Asesor del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), el también viceprimer ministro cubano expresó a los asistentes que “tenemos que recuperar el papel de la moneda nacional, avanzar gradualmente en la desdolarización y esto implica que el peso cubano juegue su papel; para ello, debe haber ordenamiento financiero y disciplina fiscal”.

El objetivo principal del encuentro era analizar la cadena de impagos que se presenta entre los actores económicos, en su inmensa mayoría estatales, que incumplen con los contratos de pagos una vez que consumen productos o servicios de terceros.

Gil Fernández advirtió que de continuar con los impagos habrá una afectación a la economía en su conjunto. No obstante, el problema de impagos es un asunto de larga data en la economía local.

“El vencimiento de cuentas por cobrar y por pagar es un problema antiguo en el país, que se agrava cada vez más. Las respuestas son urgentes. El trabajo de los organismos globales de la economía es asegurar que los procesos de los que somos responsables se cumplan, no solo diseñar las normas”, indicó el ministro.

Para desentrañar esa problemática, la vicepresidenta de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores, Marlén Arrue, explicó que durante varias visitas de especialistas a entidades estatales se constató “una falta de rigor contable y administrativo, indisciplina en los registros y la realización de los expedientes, entre otros conflictos”.

Por su parte, la viceministra del MFP, Lourdes Rodríguez, presentó un plan para “resolver el problema”. La estrategia consiste en desarrollar acciones de información y gestión para tener una imagen precisa del estado de las cuentas vencidas y corregir las malas prácticas.

“La necesidad de un sistema de control debe analizarse no solo desde la perspectiva administrativa, sino también desde cuánto podemos aportar para actualizar los sistemas informativos, de gestión y las normativas relacionadas”, indicó.

La economía cubana, caracterizada por un control excesivo y burocrático del partido comunista donde prevalecen las decisiones políticas por encima de las realidades macroeconómicas, nunca ha demostrado ser eficiente.

Después de los primeros años posteriores a 1959, el país siguió con la inercia del crecimiento positivo que se registraba en la década del 1950. Luego de eso, la economía local quedó supeditada al enorme flujo de recursos que llegaban desde la Unión Soviética a cambio de ser un país satélite del bloque socialista.

Cuando cayó el muro de Berlín comenzaron los verdaderos problemas para Cuba. A partir de la década de 1990 el país cayó en una profunda crisis económica que han tenido algunos momentos de cierto reflote ayudado por Venezuela, China y Rusia.

Sin embargo, desde 2019 hasta la fecha la situación se ha agudizado y las medidas tomadas por los burócratas comunistas como el “ordenamiento monetario” no han hecho otra cosa que empeorar la situación.