Díaz-Canel es el único presidente de un régimen autoritario en la VII reunión de la CELAC

Miguel Díaz-Canel es el único presidente de un régimen autoritario que se encuentra presente en la VII Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con sede en Buenos Aires, Argentina.

El mandatario designado para ser el sucesor de Raúl Castro, sin respetarse la decisión del pueblo cubano, no cuenta en la reunión con los jefes de Estado de los principales aliados de la Isla en Latinoamérica: Nicaragua y Venezuela.

En la semana previa al evento, la oposición argentina emitió varios comunicados y publicaciones en redes sociales para demostrar su rechazo a la presencia de mandatarios al frente de regímenes con un amplio historial de violaciones a los derechos humanos, a la libertad de expresión y a la democracia.

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, prefirió quedarse en su país y en su lugar arribó a territorio argentino su canciller Denis Moncada, quien tendrá a su cargo un mensaje sobre su país.

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, de última hora anunció la decisión de quedarse en Caracas y mandar a un representante. Para justificar su ausencia a una cumbre creada por iniciativa del fallecido Hugo Chávez, el dictador venezolano señaló la existencia de un plan de agresión en su contra.

“En las últimas horas, hemos sido informados, de manera irrebatible, de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de agresiones en contra de nuestra delegación”, señaló este lunes el gobierno venezolano.

Sin embargo, es más creíble el miedo de Maduro de subirse a un avión y viajar a otro país ante el riesgo de una captura, relacionada con una denuncia por tráfico internacional de drogas y terrorismo presentada por el gobierno de Estados Unidos, cuando Donald Trump era presidente.

La entonces administración republicana ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares por la detención del chavista, que se ha mantenido en el poder a través de elecciones fraudulentas.

Díaz-Canel ni siquiera cuenta con la presencia de Andrés Manuel López Obrador, presidente mexicano que lo ha tratado como un gran amigo e inclusive aporta miles de dólares a las arcas del régimen castrista a través de las brigadas de salud.

El mandatario de la nación azteca, quien ha tenido la burda idea de pedir que la revolución cubana sea considerada un patrimonio de la humanidad, justificó su inasistencia por motivos de agenda.

Díaz-Canel tuvo el descaro de pisar suelo argentino para participar en la CELAC en el marco de fuertes críticas en su contra, entre ellas la del expresidente Mauricio Macri y diputados de partidos opositores al gobierno de Alberto Fernández.

“En estos días la Argentina recibirá a los dictadores Nicolás Maduro, de Venezuela, y Miguel Díaz-Canel, de Cuba. La inmensa mayoría de los argentinos sentimos vergüenza de que nuestro país se asocie con otros, donde hay persecución, tortura, narcoterrorismo, presos políticos y elecciones fraudulentas que se burlan de la democracia”, dijo el exmandatario antes de que Maduro cancelara su asistencia.