Díaz-Canel hace el ridículo con su sentada «espontánea» en el Parque Central

La sentada en el Parque Central contrasta con la represión al activista Yunior García Aguilera. (Foto: Ismael Francisco-Cubadebate)

¡No podría lucir más ridículo! El presidente cubano Miguel Díaz-Canel se sumó como por “casualidad” al concierto que Tony Ávila ofreció para cerrar una sentada “espontánea” en el Parque Central de La Habana.

“Se metió”, así lo refleja la prensa oficialista intentando vender que el show no estaba más que preparado y que la mayoría de los presentes no eran agentes vestidos de civil. El mandatario se sentó en primera fila junto a la primera dama Lis Cuesta Peraza.

Estaba claro que los memes estallarán en redes sociales. Un Miguel Díaz-Canel, con libras de más, intentaba parecer emocionado ante la gastada canción “Mi casa”, usada en los actos comunistas. Con poco ritmo, sin saberse la letra, con manos hacia arriba entre la euforia poco natural de quienes lo rodeaban, se veía en los portales del Gran Teatro Alicia Alonso.

También “por casualidad” llegó hasta el lugar el eurodiputado Manu Pineda, el mismo que llamó “lamebotas” y “lacayos” a los promotores de la Marcha Cívico por el Cambio. La prensa aprovechó ese encuentro «fortuito» para escucharlo halagar a la dictadura.

Farsas como estas solo perjudican la propia imagen del gobierno. Ya nadie le cree. La sentada en el Parque Central contrasta con la represión a Yunior García Aguilera, coordinador del grupo Archipiélago, quien también quiso ejercer su derecho a manifestarse y le fue negado.

Este domingo su vivienda amaneció cercada por la policía. Agentes vestidos de civil y “factores” de la comunidad protagonizaron actos de repudio en su contra. Además, colgaron banderas desde lo alto del edificio para tapar las ventanas y bloquear completamente el apartamento.

“Ellos tienen derecho a manifestarse, pero el resto también”, denunció García Aguilera en transmisión en vivo en Facebook, refiriéndose a los jóvenes de los pañuelos rojos. Mientras el dramaturgo promueve un discurso pacifista e inclusivo, desde el Parque Central se imponían criterios sobre quiénes pueden expresarse y quiénes no.

“En la lucha por los derechos no caben todos”, dijo un entrevistado del periódico Granma que hizo alusión a terroristas, imperialistas, a los que apoyan el embargo de Estados Unidos. En sus palabras reconoció que la sentada “ha contado con el respaldo de las autoridades”, para evidenciar así los hilos del régimen detrás de la “espontaneidad” de los jóvenes “revolucionarios”.