Díaz-Canel culpa de los errores en la conducción del país a «ciertas capas intermedias» de dirigentes

El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel reconoció que en los últimos tiempos se han cometido errores en la conducción del país, pero culpó de ello “ciertas capas intermedias” de dirigentes que se aprovechan de “la burocracia y la corrupción”.

No obstante, el primer secretario del Partido Comunista (PCC) justificó que ninguno de ellos son robots. “No somos robots programados para no fallar”, afirmó durante su discurso en la clausura del V Pleno del Comité Central, efectuado este pasado sábado.

“Lo habremos hecho mejor o peor. Pero lo hemos hecho. Hemos resistido todos los golpes de la naturaleza y de nuestros propios errores, sin doblar las rodillas y sin renunciar al sueño de la prosperidad posible”, explicó delante de Raúl Castro Ruz, quien lo designó para sucederle y lo evalúa constantemente.

Ese futuro mejor prometido que nunca llega siguió siendo un anzuelo lanzado a los oídos de la población por Díaz-Canel. “La fortaleza de este pueblo laborioso, noble, apasionado e imaginativo, supera el intento de comparación. Cuba es ya una unidad de medida. Una Cuba equivale a máxima resistencia con máxima creatividad”.

Para el nacido en Santa Clara hace 62 años, “ser la fuerza dirigente del sistema político entraña la enorme e insustituible auto responsabilidad del Partido para hacer que el trabajo sea más efectivo en la medida que favorezca el empoderamiento popular a través de diversos canales, lo que no demerita su naturaleza de vanguardia. Todo lo contrario, la refuerza”.

En el discurso tampoco faltó culpar a Estados Unidos y las inclemencias de la naturaleza como los principales responsables de la crisis que vive la Isla. “Los problemas, las insuficiencias y los errores también acumulados y concomitantes con los efectos del bloqueo (…) La política de máxima presión económica y el bloqueo han seguido siendo el eje principal que marca las relaciones bilaterales con los Estados Unidos”.

Igualmente, sigue apelando a la paciencia del pueblo cubano que, como está sometido a la represión del Ministerio del Interior y la vigilancia de la Seguridad del Estado, no manifiesta en las calles su inconformidad contra el gobierno.

Según Díaz-Canel, el pueblo entiende la situación y resiste. “La resistencia de nuestro pueblo, que entiende y enfrenta el ataque del adversario, reconoció, flaquea cuando choca con «la burocracia, la desidia, la corrupción de ciertas capas intermedias que pescan en el río revuelto de las dificultades, poniendo obstáculos donde van las soluciones”.

Para finalizar, el dirigente, que evidentemente no enfrenta los problemas cotidianos de la población que comienzan por poner un plato de comida a la mesa, consideró que “lo más bello de la obra humana está en retar y vencer la dificultad. En esa certeza se afianza la virtud de los hombres. Y la felicidad de los revolucionarios”.