Economistas califican de error la prohibición de importar al sector privado en Cuba

Las largas colas son fruto de la escasez en Cuba que podría ser remediada con la importación del sector privado. (Foto: Periódico Cubano)

Un buen número de críticas y comentarios han generado las recientes declaraciones del ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández, quien dijo que nunca se permitiría al sector privado la importación, pues con esta actividad se escapan las divisas del país y eso era perjudicial para el pueblo.

Roberto Díaz Vázquez, director de la independiente Fundación Logos, dijo a Radio Martí que “con la libre importación por parte de nacionales, la economía del país se beneficiaría mucho porque estas importaciones se nutrirían de lo que el cubano de a pie necesita, lo cual no sucede con las del Estado, que realiza importaciones de carácter macro que benefician sus políticas y a su ideología”.

La importación de artículos y materias primas no significarían estrictamente la salida de dólares del país, pues esos insumos internacionales aportarían valor a la economía nacional mediante fuentes de trabajo y la transformación de los mismos hacia nuevas producciones.

Por otra parte, Díaz Vázquez añadió que “la economía cubana tiene principios funcionales que trascienden lo puramente económico y se circunscriben al ideario político nacional, con el que tienen que ver todas las disposiciones que se toman. Los Estados como el cubano, buscan, no el mejoramiento del hombre, sino el perfeccionamiento de su sistema y fórmula de control”.

“El Estado cubano es una cosa y la sociedad cubana es otra, bien diferente, y esto se ajusta a la necesidad del Gobierno de mantener un férreo dominio sobre el pensamiento y las acciones que se derivan de este”.

El vocero económico de la Plataforma Cuba Humanista, Ángel Marcelo Rodríguez Pita, reflexionó sobre las problemáticas que trae para los cubanos de la Isla no poder contar con productos importados, esos que el gobierno no tiene la capacidad para traerlos.

“Las restricciones de importación a los ciudadanos frente a un mercado nacional austero provocan una parálisis en la relación oferta demanda y un incremento de precios ante la escasez, limitando aún más la adquisición de los sectores más vulnerables”.

El ministro “ha reconocido que no habrá un mercado mayorista para los emprendedores cubanos. Olvida la necesidad que tiene el mercado interno de liberar las fuerzas productivas mediante una ley de empresas que facilite el crecimiento del consumo”, significó Rodríguez Pita.