EEUU activará el artículo III de la Ley Helms-Burton

La administración republicana de Donald Trump, bajo la dirección del asesor de seguridad nacional John Bolton, sigue intensificando su presión sobre el gobierno de La Habana. Este miércoles, se prevé que refuerce su política hacia Cuba, permitiendo demandas contra empresas extranjeras que hayan obtenido beneficios de compañías privadas expropiadas por el gobierno cubano después de 1959.

Fuentes clave dentro del gobierno de Estados Unidos han revelado que este será el tema del discurso de Bolton en Miami, con motivo del aniversario de la fallida invasión de Bahía de Cochinos.

Desde hace varias semanas se ha especulado sobre la posibilidad de activar el Título III de la Ley Helms-Burton. La Unión Europea (UE), liderada por España, uno de los países con mayor presencia de negocios en Cuba, ha advertido que podría tomar represalias si ciudadanos estadounidenses presentan demandas formales contra empresas europeas que operan actualmente en la isla.

Al respecto, el embajador de la UE ante Cuba, Alberto Navarro, señaló: “La aplicación territorial del embargo de Estados Unidos es ilegal y contraria al derecho internacional. Yo, personalmente, lo considero inmoral, y ahí están los 60 años de embargo que solo han traído sufrimiento al pueblo cubano”.

La ley de 1996 otorga a los estadounidenses el derecho de demandar a empresas, en su mayoría europeas, que operan propiedades nacionalizadas por el régimen cubano después de la toma de poder de Fidel Castro. Sin embargo, el Título III de esta ley había sido suspendido por los presidentes de EE. UU., independientemente de su orientación política, desde su promulgación.

Ante la inminente aplicación de esta medida, muchos exiliados cubanos de la alta sociedad y de línea dura contra el comunismo han celebrado la posibilidad de recuperar las fortunas que les fueron expropiadas hace más de seis décadas.

Luis Zúniga, ex prisionero político cubano, afirmó que esta es “una medida largamente esperada y necesaria, porque no es justo que inversionistas extranjeros sigan llevando dinero a la dictadura castrista, ayudando a que se mantenga en el poder mediante la represión y la miseria. Son 60 años de lo mismo, sin ninguna solución ni cambio que ofrezca al pueblo cubano la oportunidad de recuperar el control de su destino”.

Para el gobierno de Trump, esta medida tiene un cálculo político, pues el presidente ya se encuentra en campaña para la reelección. En este contexto, es crucial el apoyo de la comunidad cubana en la Florida, especialmente de los votantes del senador republicano Marco Rubio, quien representa a este estado.