El gobierno de Cuba culpa a EEUU de alimentar las protestas en América Latina

Como ya es costumbre, el gobierno de Cuba señaló como culpable a Estados Unidos, ahora de la ola de protestas que se están desarrollando en varios países de Latinoamérica.

A través del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), el régimen de la isla señaló que las “oligarquías” también están involucradas.

“Los más recientes acontecimientos en la región confirman al gobierno de Estados Unidos y a las oligarquías reaccionarias como los principales responsables de la peligrosa convulsión e inestabilidad política y social de América Latina y el Caribe”, declaró el MINREX en su página oficial.

Esto parece un escape a las cientos de acusaciones que activistas, políticos y presidentes de América Latina han hecho contra Cuba y Venezuela, de ser los principales organizadores de las protestas antidemocráticas.

Sin embargo, la opinión del gobierno de La Habana es que la administración de Donald Trump intenta “impedir el ejercicio de la soberanía nacional y las aspiraciones de integración y cooperación regional”.

Luego de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, señalara a los regímenes de Cuba y Venezuela por intentar sacar provecho y ayudar a elevar la agitación en los países de la región, Cuba respondió con el texto, que advierte que “tergiversa y manipula la realidad y oculta, como elemento central de la inestabilidad regional, la permanente intervención de  EEUU en América Latina y el Caribe”.

A juicio del MINREX, las protestas en Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Brasil, son legítimas, no así las que se originan en Cuba contra las violaciones de derechos humanos, la crisis, la pobreza y la represión.

“La pobreza y la creciente desigualdad en la distribución de la riqueza; la certeza de que las fórmulas neoliberales agravan la excluyente e insostenible situación de vulnerabilidad social; la ausencia o precariedad de los servicios de salud, educación y seguridad social; los abusos contra la dignidad humana; el desempleo y la restricción a los derechos laborales; la privatización, encarecimiento y cancelación de servicios públicos y el incremento de la inseguridad ciudadana”.

El régimen de Cuba considera una «calumnia» el hecho de «atribuirle al gobierno de la Isla supuestas responsabilidades en la organización de las movilizaciones populares contra el neoliberalismo en Sudamérica» y asegura que es “una increíble excusa para justificar y endurecer el bloqueo y la política hostil contra nuestro pueblo”.