El líder de la iglesia católica designa a siete nuevos santos

La Plaza de San Pedro en el Vaticano se llenó de miles de fieles de diferentes partes del mundo para presenciar la designación de siete nuevos santos entre ellos el papa de origen italiano Pablo VI  y el monseñor salvadoreño Óscar Arnulfo Romero.

El papa Francisco ofreció una homilía donde utilizó objetos pertenecientes a los hombres que optaban por la canonización. Para el caso de Pablo VI  se hizo acompañar de la férula papal y del obispo mártir salvadoreño que portó el cíngulo ensangrentado que llevaba el día que fue asesinado hace 38 años.

Sobre Arnulfo Romero se destacó su vida pues “dejó la seguridad del mundo, incluso la propia, para dar la vida según el Evangelio, cerca de los pobres y de su gente”.

Mientras que Pablo VI fue caracterizado como “profeta de una iglesia extrovertida que mira lejos y presta atención a los pobres en medio del cansancio y las incomprensiones, demostró en modo apasionado la belleza y alegría de seguir totalmente a Jesús. Nos enseñó a vivir nuestra vocación común: la vocación universal de la santidad”.

En el acto Francisco pronunció las palabras en latín de la fórmula de canonización y fue acompañado por  unos 267 padres sinodales de diversas partes del mundo así como de representantes de los gobiernos de Italia, España, El Salvador, Chile, Panamá y Francia.

Los restantes cinco santos canonizados fueron los sacerdotes diocesanos Francisco Spinelli (1853-1913) y Vincenzo Romano (1751-1831), las vírgenes María Caterina Kasper (1820-1898), y Nazaria Ignazia de Santa Teresa de Jesús March Mesa (1889-1943), y el laico Nuncio Sulprizio (1817-1836).

Con información de Prensa Latina