El ordenamiento monetario provocó 20 millones de pesos en pérdidas para la industria arrocera

El precio de importación del arroz en el año 2019 era de 468 dólares la tonelada, y en 2022 es de 633 dólares. (Foto: Periódico Cubano)

El ordenamiento monetario implantado desde enero de 2021 provocó 20 millones de pesos en pérdidas para la industria arrocera cubana el año pasado, según reconoce un artículo publicado en el diario oficialista Granma.

Antonio Rodríguez Mojena, presidente de la CCS Fernando Echeni dedicada al cultivo de arroz en Granma, confesó en entrevista con el rotativo que solo ellos tuvieron una pérdida de 20 millones de pesos, siendo una de las empresas más eficientes y de más acervo productivo en la industria arrocera. Al resto de las entidades del país dedicadas al cultivo del arroz les sucedió algo similar o peor.

“Fue un año muy difícil para la economía nacional, en el que la producción arrocera se vio afectada por el incremento de sus costos tras el ordenamiento monetario, las limitaciones con el combustible y la fluctuación en la disponibilidad de insumos importados, como la urea”, explica Rodríguez Mojena.

A pesar de lo difícil que ha puesto la situación el gobierno castrista, Rodríguez Mojena no renuncia a seguir sembrando arroz, pero también es cierto que el sacrificio que hace es demasiado para tan poca recompensa. “Y es cierto que los productores no han renunciado a sembrar, pero las utilidades son bajas, lo que no compensa el sacrificio de una campaña, ni incentiva a seguir creciendo en áreas. Por otra parte, además, puede convertirse en caldo de cultivo para la venta ilícita de parte de la cosecha”.

Otra productora de la oriental provincia cubana, Naibi Tornés Lago confirmó las vicisitudes que le hace pasar el llamado ordenamiento que elevó todos los costos. La granmense cuenta que renunció “al servicio de la aviación porque me sale más económico aplicar de forma manual los herbicidas y fungicidas”.

Los nuevos precios para la fumigación de los campos arroceros mediante avionetas subieron casi seis veces haciéndolos impagables para los campesinos. Cuando ese proceso de hace de manera manual caen los rendimientos pues no tiene la misma eficiencia.

En un año, Cuba necesita 700 mil toneladas de arroz para cubrir su demanda interna, pero solo se produjeron 180 mil, es decir un cuarto del total. Además, el precio del grano en el mercado internacional subió considerablemente por lo cual el Estado, destinando el mismo dinero de siempre, pudo importar menos. La conclusión: durante el 2021 hubo menos arroz que nunca y para el presente año el panorama no es nada halagüeño.