El Pagador de Promesas donará dinero a niños con cáncer

El hijo de Omar Quintero fue diagnosticado con cáncer desde hace 10 años y su padre pidió a la Virgen de la Caridad del Cobre que lo salvara. (Foto: Giselle Delgado Arias-Facebook)

El Pagador de Promesas cubano, Omar Quintero Montes de Oca, ha declarado que todo el dinero que recaude por donaciones recibidas, será entregado a los niños que padecen cáncer y sus familiares en Cuba.

Omar, quien hizo un viaje caminando desde La Habana hasta el Santuario Nacional de la Virgen en Santiago de Cuba, para pagar una promesa por su hijo enfermo de cáncer, se hizo viral en las redes que siguieron muy de cerca su caminar.

Su hijo lamentablemente perdió la batalla contra la enfermedad, pero Quintero ha dicho que al caminar casi 900 kilómetros lo ayudó a tener «más fe, amor y una responsabilidad» para otras personas que sufren las terribles consecuencias del cáncer.

“Voy a hacer muchas cosas lindas que él quería, y que yo también, a través de mí peregrinar, adopté muchos planes en mi vida, y quería compartirlos con él, pero desgraciadamente no está aquí. El trabajo que estoy haciendo lo verá desde el cielo”, fueron las emotivas declaraciones de este padre cubano.

¿Quién es el Pagador de Promesas Cubano?

Omar, quien tiene 56 años y es vecino de Los Pocitos, en Maraniao, ha expresado a medios de prensa que “pensaba que ocurriría un milagro” y que su hijo ganaría la batalla que libraba contra un tumor maligno desde hacía algún tiempo.

Quintero tiene solo palabras emotivas para la memoria de su hijo, sobre quien ha dicho que no solo era un buen hijo, sino también un buen padre, hermano y amigo.

“Estoy ayudando a esos niños con parte del dinero que me donó el pueblo de Cuba, en medicinas, en aseo personal, cosas así, y lo voy a seguir haciendo hasta que Dios quiera. Para mí es un orgullo, después de haber terminado mi peregrinación, que Dios me haya asignado esto”.

Omar ha declarado que a partir de ahora su trabajo será la entrega a otros, encontrar la forma de acompañar y ayudar en lo posible a los pacientes que hoy se encuentran en las salas de oncología de todo el país.

“Quiero ofrecerles mi corazón, mi granito de esperanza, mi granito de fe, con mucho amor y mucho cariño, en mi nombre y en el de Lázaro, que esté orgulloso de su papá, de que esté haciendo algo bonito en beneficio de esos niños” fueron sus palabras a los medios de prensa.

Lamentablemente, el régimen cubano utilizó, en beneficio propio y de muy mala fe, la pureza del gesto de este pagador de promesas que caminó hasta el Santuario de la Patrona de Cuba en busca de un milagro y encontró la vocación de su vida.