El PCC suspende la Segunda Conferencia Nacional para ser “consecuentes” con la crisis en Cuba

El economista Pedro Monreal señaló en Twitter que todo lo que propone el PCC en la referida reunión es un “obsoleto esquema de planificación”. (Captura de pantalla: Canal Caribe – YouTube)

El VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) que se desarrolla los días 15 y 16 de diciembre, acordó la suspensión de la Segunda Conferencia Nacional de esa organización, prevista para el primer trimestre del 2024. Según refiere el diario oficialista Granma, los dirigentes argumentaron que la cancelación es consecuente con el escenario de crisis que vive el país, que requiere más hacer y menos reuniones.

Varios miembros del Comité Central dijeron que “se requiere concentrarse en el hacer, y poner toda la atención en los frentes económico e ideológico, en el camino hacia el noveno congreso de la organización”. Lo anterior es “consecuente con la situación económica del país”.

Por otra parte, el Pleno del Comité Central expulsó de esa organización a tres miembros que recientemente fueron destituidos de sus cargos. Son los casos de Meisi Bolaños Weiss, Yanaisi Capó Nápoles y Rafael Pérez Fernández, quienes se desempeñaban como ministra de Finanzas y Precios, y primeros secretarios del Partido en Granma y Guantánamo, respectivamente.

Reconocen fracaso del “ordenamiento económico”, pero insisten con los lineamientos del 2009

En la propia reunión, la más alta cúpula del régimen reconoció el fracaso de la Tarea Ordenamiento; sin embargo, insisten con los lineamientos del 2009, unos documentos que elaboró el defenestrado Marino Murrillo, señalado como responsable directo del descalabro de las reformas económicas que se diseñaron por más de 10 años.

Ahora el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, propuso la incorporación de 36 lineamientos, modificar 15 y eliminar tres de ellos. “Los que se propone eliminar están relacionados con la concesión de facultades a la empresa estatal socialista (9), ya que su contenido está expresado en el Lineamiento 8; se suprime el 35, que versa sobre el seguimiento a la implementación de la Tarea Ordenamiento, ya que esta no ha cumplido todos los objetivos trazados”.

La actual campaña mediática del PCC es la implementación de un “programa de estabilización macroeconómica” que pretende sacar al país del atolladero en que las propias políticas del partido único lo han llevado.

Para cumplir con la nueva tarea se propone el “diseño de mecanismos financieros que estimulen las exportaciones, la sustitución de importaciones, la inversión extranjera y la cooperación internacional en los territorios; ordenar los proyectos de desarrollo local para aprovechar los recursos endógenos y su correspondencia con las estrategias de desarrollo municipal”.

Sin dar detalles específicos de cómo seguirán experimentando y diseñando mientras la vida de los cubanos sigue transitando por la mísera, Gil Fernández dijo que el objetivo es establecer “un entorno monetario, cambiario, financiero y fiscal para impulsar la recuperación y el crecimiento de la economía, la convertibilidad y funciones de la moneda nacional y la reducción de la inflación”.

De la misma forma imprecisa argumentó que se pretende “avanzar en el proceso efectivo de desdolarización de la economía; desarrollar un mercado cambiario con un tipo de cambio económicamente fundamentado y estable; reducir la emisión monetaria asociada a la actividad fiscal y cuasifiscal, como forma fundamental de disminuir las presiones inflacionarias, y detener el deterioro del poder adquisitivo de salarios y pensiones”.

Críticas del economista Pedro Monreal

El economista Pedro Monreal señaló en Twitter que todo lo que propone el PCC en la referida reunión es un “obsoleto esquema de planificación”. Asimismo, advierte el fracaso garantizado de lo que pretenden implementar ahora para “corregir” el “ordenamiento”.

“La ‘dirección planificada’ del documento de la ‘Conceptualización’ corresponde esencialmente a un modelo propuesto en la URSS hace medio siglo, conocido como reforma Liberman-Kosygin, aplicado con diversas variantes en varios países y que no fue sostenible”, apuntó Monreal.

“El lineamiento 29 (relacionado con la planificación) se refiere a un objetivo respecto al cual el Gobierno cubano ha revelado una repetida y notable incapacidad de implementación. Es un lineamiento totalmente desconectado de la realidad y debería ser eliminado por una cuestión de sentido común”, sentenció el economista.