Eliminan el ICRT como Organismo de la Administración Central del Estado

Sede central del ICRT en la mítica calle 23 del Vedado capitalino. (Foto: Periódico Cubano)

El Decreto-Ley No. 41, elaborado por el Consejo de Estado y publicado en la Gaceta Oficial, ordena disolver el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) como Organismo de la Administración Central del Estado. En su lugar planifica crear el Instituto de Información y Comunicación Social, para el cual especifica las funciones, estructura y composición.

Según el texto oficial, la decisión de eliminar el ICRT está en correspondencia con la prerrogativa jurídica que concede la Constitución a la Asamblea Nacional del Poder Popular “para crear o extinguir los organismos de la Administración Central del Estado o disponer cualquier otra medida organizativa que resulte procedente”.

Cuando la Asamblea Nacional del Poder Popular no está en sesiones, es el Consejo de Estado quien legisla mediante decretos, sin que estos tan siquiera sean aprobados con la acostumbrada unanimidad de los 614 diputados cubanos que conforman el parlamento de la República.

De acuerdo con el artículo segundo del Decreto-Ley 41 el nuevo Instituto “tiene la misión de conducir y controlar la Política de la Comunicación Social del Estado y el Gobierno cubano; proponer su perfeccionamiento, así como contribuir a fomentar la cultura del diálogo y el consenso en la sociedad cubana”.

El cambio de nombre y otras implicaciones específicas entrarán en vigor pasados 30 días de la publicación del decreto en la Gaceta. Al Consejo de Ministros se le trasladan las funciones y los términos en los cuales se llevará a cabo este proceso.

Alfonso Noya Martínez es el actual presidente del ICRT y se espera que continúe al frente del nuevo Instituto.

EL ICRT fue creado el 24 de mayo de 1962 bajo la denominación de Instituto Cubano de Radiodifusión. En 1975 cambió de nombre y pasó a Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), con las mismas atribuciones.

Lejos de ser un ente público para la difusión de los más diversos sectores de la sociedad, ha sido a lo largo de su historia un instrumento de propaganda comunista que usurpó los medios tradicionales de radio y televisión existentes en Cuba antes de la llegada de Fidel Castro al poder.

Cuba fue uno de los primeros países del mundo en contar con emisoras nacionales de radio y televisión. Hacia la década del 50 del siglo XX, la producción de programas radiales y televisivos con independencia del Estado, era de primer nivel mundial.