Empresa estatal destruye locomotora declarada como Patrimonio Cultural de la Nación

Directivos de la base de ómnibus de Jatibonico decidieron destruir la locomotora No. 1.363, que perteneció al ingenio Vitoria, en Yaguajay y declarada como Patrimonio Cultural de la Nación.

Según el diario local Escambray, el vehículo había llegado a los predios de la empresa luego de que estorbara en el montaje de una bioeléctrica en el central Uruguay, durante la zafra 2019-2020.

Según el reportaje, el desarme de la mole de hierro ocurrió tras una reunión en la base de ómnibus de Jatibonico, donde se acordó que la locomotora “ocupaba espacio y no cumplía ningún objetivo”.

Una de las interrogantes de la periodista oficialista Lisandra Gómez Guerra, es cómo fue posible que tal hecho ocurriera “frente a los ojos de un país que como política tiene entre sus principales preocupaciones la protección de su patrimonio histórico, cultural y natural”.

La locomotora Baldwin, producida en Filadelfia, Estados Unidos, era de línea estrecha e hizo su primer viaje en 1917 desde el antiguo ingenio Vitoria, posteriormente llamado central Simón Bolívar.

El vehículo a vapor, de válvula plana, pertenecía a la serie 46.768 y era la única de su tipo dentro de las 11 locomotoras antiguas que quedan en la provincia. Por tal motivo, la Resolución 02 de 2004, del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC), la declaró como Patrimonio Cultural de la Nación.

Desde entonces se suponía que ese era el primer paso de una aspiración mayor: rescatarlas, reubicarlas, conservarlas y protegerlas. Sin embargo, no fue así.

En el año 2016 se anunció la creación de una bioeléctrica en el central Uruguay, que en la actualidad no se ha concretado, por lo cual la locomotora estorbaba en el sitio donde estaba ubicada. El gobierno de Sancti Spíritus ordenó su traslado y el proceso se llevó a cabo con la firma del Acta de Responsabilidad con los directivos.

Ricardo Guardarrama Román, director del museo territorial, institución que en cada municipio realiza la función del Registro de Bienes Culturales, así lo atestiguó.

Sin embargo, en la base de ómnibus de Jatibonico no les pareció importante y según relata Escambray, “la desmembraron en poco más de tres días”.

Al conocerse la situación, Guardarrama Román, denunció el hecho. “Como Registro hicimos lo que nos toca: denunciar. Habíamos ido varias veces y confirmábamos que estaba ahí, pero la base queda bastante distante, por lo que cuando supimos ya la habían eliminado”, refirió.

Por su parte, Anait Gómez, directora del Centro Provincial de Patrimonio, de Sancti Spíritus, reflexiona que “tenemos que hacer un proceso de concientización, porque muchas entidades no saben lo que tienen, no planifican un presupuesto para conservar sus bienes o cuando cambian de directivo se engavetan las Actas de Responsabilidad. Eso ha provocado que se hayan deteriorado algunos. A veces hemos tenido que dar baja y otros los hemos recogido para protegerlos nosotros u otra entidad”.

En la actualidad continúan las investigaciones para delimitar los responsables, pues la protección del patrimonio cultural cubano se garantiza por un marco jurídico, que incluye, entre otras, la Constitución de la República, las dos primeras leyes de la Asamblea Nacional del Popular: la No. 1 De Protección al Patrimonio Cultural, y la No. 2 De los Monumentos Nacionales y Locales, así como el Código Penal vigente.