Empresario evita que ex presas políticas cubanas se queden en la calle tras un desalojo en Miami

Ana Lázara con la senadora Ileana García (Foto: Floridians For Honest Lending-Youtube)

La ex presa política cubana Ana Lázara Rodríguez, de 82 años, se estaba preparando para vivir en su automóvil tras ser víctima de un desalojo en Miami, pero un empresario cubanoamericano anónimo la salvó a último momento.

La agencia EFE informó que el empresario donó a la anciana una casa de cinco habitaciones donde también vivirá Miriam Ortega Núñez, de 90 años, quien igual fue víctima del mismo desalojo y es ex presa política del castrismo.

El cubanoamericano permitirá que las dos ancianas habiten la vivienda sin pagar una renta y durante el tiempo que sea necesario.

Rodríguez, autora del libro Diario de una sobreviviente: 19 años en una cárcel de mujeres en Cuba, recibió la orden de desalojo el pasado 11 de septiembre tras una larga batalla legal iniciada en 2009 para que no perdiera su hogar.

La vivienda de la cubana fue comprada el año pasado por Vanessa Veytia, una mujer de California que pagó 414.000 dólares tras ejecutarse una hipoteca que, según la defensa de Rodríguez, se hizo a través de un fraude articulado por el Bank of New York Mellon y el Bank of America.

Bruce Jacob, abogado de Rodríguez sin cobrar honorarios, intentó que el caso llegara ante la Corte Suprema de Florida, pero un juez de una corte de apelación rechazó esta solicitud.

La mujer que compró la casa Rodríguez no aceptó la cantidad de 576.000 dólares ofrecida por el empresario cubanoamericano para que no ocupara la vivienda de la ex presa política.

En una ocasión, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, utilizó sus facultades como autoridad para evitar el desalojo, la anciana también recibió ayuda de la senadora estatal Ileana García.

Rodríguez en una ocasión dijo que si lograba salvar su vivienda se demostraría que miles de norteamericanos en la misma situación tendrían la oportunidad de no perder sus hogares.

La anciana también llegó a declarar ante los medios que tenía problemas económicos para conseguir alimento.

Ana Lázara Rodríguez primero se opuso al gobierno de Fulgencio Batista y luego tomó la misma posición ante la revolución cubana por no estar de acuerdo con las ideas comunistas de Fidel Castro.

El activismo contra el dictador cubano provocó que perdiera su libertad y pasará casi dos décadas en cárceles de Pinar del Río, La Habana y el oriente de la Isla. En el caso de Ortega Núñez, ella estuvo detenida 20 años también por motivos políticos.