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Escape de amoniaco amenaza los almacenes de pollo y picadillo en la Habana Vieja
De acuerdo con informaciones preliminares, el escape tuvo lugar por las roturas de una tubería en la cámara de frío
Un escape de amoníaco por una rotura en las tuberías que alimentan a las cámaras refrigeradas donde se almacenan pollo y picadillo en la Empresa Comercializadora de Alimentos (COPMAR), entidad localizada en el municipio de La Habana Vieja, puso en alerta a los cuerpos de rescate y salvamento de la capital en horas de la mañana de este miércoles 2 de noviembre.
De acuerdo con un reporte del diario oficialista Tribuna de La Habana, el olor por el escape de amoniaco comenzó a sentirse sobre las 5:00 a.m y de inmediato se “activaron los mecanismos de control y protección para estos casos”.
Carros cisternas del Cuerpo de Bomberos y elementos con ambulancias del Sistema de Urgencias Médicas (SIUM) acudieron al lugar de los hechos. En entrevista para el citado medio, Julio César Cruz, jefe de Seguridad de la entidad, afirmó que la situación fue controlada y que ninguna persona, tanto trabajadores como los vecinos de la localidad aledaña, sufrieron afectaciones.
Al decir de la prensa oficialista, tampoco se contaminaron las 40 toneladas de picadillo y 250 toneladas de pollo que están resguardadas en las cámaras de frío de la entidad, que tiene alcance nacional.
No obstante, por la importancia económica que reviste la empresa, se trasladaron hasta el lugar dirigentes nacionales como Lázara Mercedes López Asea, Viceministra Primera del Ministerio de la Industria Alimentaria; y autoridades del Partido Comunista y el gobierno en la Habana Vieja como Tamara Cáceres Pérez, primera secretaria del Comité Municipal del PCC; y el intendente Alexis Acosta Silva.
Hace apenas unas semanas en la COPMAR se había realizado un ejercicio simulado para enfrentar una situación como la ocurrida. Yoanis González, jefe de grupo de supervisión y defensa de la OSDE pesquera, se mostró complacido con el accionar de los trabajadores y el cuerpo de bomberos que respondió en los tiempos previstos.
El amoníaco, a temperatura ambiente, es un gas incoloro, de olor muy penetrante y nauseabundo. Se produce naturalmente por descomposición de la materia orgánica y también se fabrica industrialmente.
En concentraciones elevadas irrita la garganta, inflama los pulmones, daña las vías respiratorias y los ojos. Según aumenta la concentración puede llegar a producir edema pulmonar (el edema pulmonar a menudo es causado por insuficiencia cardíaca congestiva. Cuando el corazón no es capaz de bombear sangre al cuerpo de manera eficiente, esta se puede represar en las venas que llevan sangre a través de los pulmones hasta el lado izquierdo del corazón).
