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Escasez de alimentos obliga a paladares y cafeterías privadas a aumentar sus precios
Los cuentapropistas deben hacer largas colas en compañía de tres o cuatro personas más (a quienes deben pagarles) para poder realizar las compras necesarias para sus negocios
La escasez de alimentos es un problema que a lo largo de este año se ha venido acentuando más y más afectando a las familias cubanas en su día a día.
El primer lugar donde se puede evidenciar esta situación es en las casa, pero ahora está afectando gravemente a los dueños de paladares y cafeterías privadas; trayendo como consecuencia el aumento de los precios en sus ofertas.
De esta manera lo han afirmado diversos cuentapropistas, dueños de recintos de ventas de comida, a lo largo de varias ciudades de Cuba en declaraciones que han ofrecido al medio informativo Radio Televisión Martí.
Según lo que le explicó al mencionado medio Pedro Acosta (dueño de la paladar “Doña Cecy”, en el Casino Deportivo de La Habana), para ellos el problema no solo está en el aumento de los precios; sino que además, para poder acceder a la materia, deben hacer las mismas colas que realizan el resto de los ciudadanos para obtener una cantidad de mercancía limitada.
Esta situación obliga a los cuentapropistas a hacer las colas en compañía de tres o cuatro personas más (a quienes deben pagarles) para poder realizar las compras necesarias para sus negocios; teniendo que aumentar aún más el precio de los productos para poder obtener ganancias y seguir saliendo a flote.
“Uno se ve obligado a hacer las colas que hace la población para comprar uno o dos paquetes. Esto te obliga a tener que llevar personas contigo para que te ayuden y esto hay que pagarlo, y si no consigues a estas personas, tienes que recorrer varios lugares. Cuando antes tú con 5 u 8 dólares resolvías un transporte para comprar tus cosas ahora tienes que pagar entre 15 o 20. Las paladares han tenido que ir aumentando poco a poco el precio de los productos”; fueron parte de las palabras de Acosta.
Desde Santa Clara, Yoel Espinosa Medrano (encargado de una cafetería) ha declarado que ante los elevados costos se ha visto en la necesidad de encarecer sus ofertas; ejemplificando con una tortilla que anteriormente vendía en 5 pesos, y ahora debe ofrecer por 7.
Las paladares y cafeterías son los lugares donde los cubanos tienen la oportunidad de merendar o (en caso de traer comida consigo desde sus casas) comprar la comida del día; por lo que este es un problema que también ha afectado a la población en general, quienes se inhiben de comprar en estos lugares ante los elevados costos.
En esta línea de ideas un residente de Holguín (Ramón Zamora) señala que la comida que se obtiene en estos locales ha aumentado hasta el doble de sus precios iniciales: “Un pan con jamonada vale 10 pesos, cuando antes costaba sólo 5”, afirma Zamora.
De esta manera por medio de esta crisis no solo se ve en una situación difícil a la ciudadanía en general al no poder acceder a los productos; sino que además se pone en riesgo la estabilidad económica de los dueños de estos establecimientos, quienes dependen de sus ventas para poder sustentarse a ellos y a sus respectivas familias.
Con Información de Radio Televisión Martí