Escuela Internacional de Cine y Televisión en Cuba rechaza la designación de Waldo Ramírez como nuevo director

Un total de 13 miembros del Consejo Académico de la EICTV califican la decisión del Mincult como “abrupta, arbitraria y silenciosa”. (Captura de pantalla: EFE – YouTube)

El reciente “movimiento de cuadros” dentro del Ministerio de Cultura (Mincult) de Cuba ha generado inconformidad en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV), en Mayabeque, para cuya máxima dirección se designó a Waldo Ramírez, toda vez que su hasta ahora directora, Susana Molina, pasó a dirigir el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).

En un comunicado público, 13 miembros del Consejo Académico de la EICTV califican la decisión del Mincult como “abrupta, arbitraria y silenciosa”; una crítica que se suma a la reciente polémica entre los cineastas y un grupo de los más importantes intelectuales cubanos que se manifestaron contra la divulgación editada y la censura del documental La Habana de Fito. En ese dilema el poder comunista terminó por sustituir a Ramón Samada como director del Icaic, y a partir de eso se generó la salida de Molina y la llegada de Ramírez a la EICTV.

Ramírez, reconocido como el fundador de Televisión Serrana en Santiago de Cuba y representante de la cadena multinacional venezolana Telesur en la Isla, no es bienvenido en su nuevo puesto. Numerosos cineastas, profesores y alumnos vinculados se han adherido a la queja del Consejo Académico del centro para pedir que se elija a un directivo mediante un proceso “consensuado y transparente”, y no por imposición.

“Como parte del consejo académico de la EICTV manifestamos nuestro desacuerdo con la manera abrupta, arbitraria y silenciosa en la que se ha decidido sustituir a la dirección de la escuela, violando los estatutos de la institución y de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Desconocemos el nuevo nombramiento por la manera en que ha ocurrido y demandamos un proceso de decisión transparente, como debió suceder”, refiere el comunicado.

La nota protesta estuvo inicialmente firmada por Alan González, leonora Loner, Iana Cossoy Paro, Judith Ruiz Castillo, Laura Conyedo, Maricarmen Castillo Abrego, José Raúl Ortiz, Juana Miranda, Maricet Sancristóbal Zumeta, York Neudel, Orisel Castro López, César Custodio y Álvaro Peredo.

Posteriormente, se han sumado voces en apoyo, como la del crítico y profesor de cine Gustavo Arcos, quien afirma que las exigencias no son un problema gremial o una pataleta de los cineastas.

“No es Samada, es la estructura que pone y quita a Samada la que hay que revisar, transformar o en caso necesario, suprimir. Los directivos y funcionarios cometen errores, nadie es perfecto, pero hay un sistema, un modelo de ordeno y mando que sostiene, desde hace demasiado tiempo, esa violencia institucional que una vez más acabamos de percibir”, refiere Arcos.

Indagando en la historia, el profesor de cine recuerda que la ley que sostiene al Icaic fue escrita en 1959 y no ha cambiado. Ese documento dicta que el Icaic “es un organismo autónomo, con personalidad jurídica propia. Su presidente será nombrado por el primer ministro y luego debe ser ratificado por el Consejo de Ministros”.