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Estados Unidos certifica el retiro de Cuba de la lista de Países Patrocinadores del terrorismo
Esta medida implicaría la liberación de un gran número de presos políticos
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Esta medida implicaría la liberación de un gran número de presos políticos
El presidente Joe Biden había dicho que no iba a presentar cambios en su política de Cuba ante el cierre de su administración. (Foto de referencia © Casa Blanca – YouTube)
A unos días de finalizar, la administración de Joe Biden ha certificado la rescisión de la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Este anuncio se fundamenta en la Constitución y las leyes de Estados Unidos, en particular las disposiciones de la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el Año Fiscal 2019 y otras normativas relacionadas.
De acuerdo con un comunicado oficial emitido por la Casa Blanca, se ha verificado que el gobierno de la Isla no ha brindado apoyo al terrorismo internacional durante los últimos seis meses y ha ofrecido garantías de que no respaldará actos de terrorismo en el futuro.
Esta decisión cumple con los requisitos establecidos en varias legislaciones estadounidenses, incluyendo la Ley de Asistencia Exterior de 1961 y la Ley de Control de Exportación de Armas.
Según reportó el periodista Mario J. Pentón para Martí Noticias, El Vaticano actuó como mediador principal en este esfuerzo diplomático, que incluiría la liberación de un gran número de presos políticos.
Cuba fue incluida en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo en 2004, durante el gobierno de George W. Bush, bajo acusaciones de apoyo a grupos armados y terroristas en América Latina y otras regiones. La inclusión de Cuba en esta lista ha sido un obstáculo constante para la normalización de las relaciones bilaterales.
En 2015, el expresidente Barack Obama y el entonces presidente cubano Raúl Castro protagonizaron un acercamiento diplomático histórico que resultó en la retirada temporal de Cuba de la lista.
Sin embargo, esta decisión fue revertida en 2020 por la administración de Donald Trump, que alegó que el régimen cubano continuaba apoyando a grupos insurgentes como las FARC y otros movimientos en la región.
La decisión actual llega como una sorpresa, especialmente después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, rechazara en diciembre la posibilidad de retirar a Cuba de la lista. Durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Blinken aseguró que no habría cambios en la política hacia Cuba durante el mandato de la administración Biden, que concluye el 20 de enero de 2025.
La retirada de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo tiene significativas implicaciones. Por un lado, elimina las estrictas restricciones sobre el comercio y las transacciones financieras internacionales, lo que permitiría a Cuba acceder a mercados financieros globales, préstamos internacionales y acuerdos comerciales previamente bloqueados.
Por otro lado, mejora la imagen de Cuba ante la comunidad internacional, pues la inclusión en esta lista implica una acusación directa de apoyar actividades terroristas. Sin embargo, esta medida podría generar un intenso debate en EEUU. Los críticos argumentarán que Cuba no ha cumplido con los requisitos necesarios, mientras que los defensores lo verán como un paso clave para fomentar cambios en la Isla.
Uno de los puntos clave de este proceso es la liberación de presos políticos en Cuba, que habría sido una de las condiciones negociadas. En la actualidad, más de mil personas permanecen detenidas en cárceles cubanas por su oposición al sistema comunista y por exigir el respeto a los derechos humanos.
La decisión de retirar a Cuba de la lista llega en los últimos días de la administración Biden y podría ser revertida rápidamente por una futura administración republicana, especialmente si Donald Trump regresa al poder. Este tema será sin duda un punto de conflicto político en EEUU, especialmente entre los sectores cubanoamericanos de Florida, quienes tienden a oponerse a cualquier concesión al régimen cubano.