Ex espías cubanos Ramón y Antonio de vacaciones en Cayo Guillermo

Los ex espías cubanos Ramón Labañino y Antonio Guerrero estuvieron de visita en las instalaciones de Palmares en Cayo Guillermo, al norte de Ciego de Ávila, disfrutando de los placeres que les da su investidura de “héroes”.

“Visitan dos de los Cinco Héroes, Ramón y Tony, Delfinario de Cayo Guillermo, la Patria os contempla orgullosa”, publicó en su cuenta institucional de Facebook la sucursal de Palmares en Ciego de Ávila.

En las fotografías no se aprecian los familiares de los agentes de la Seguridad del Estado que se infiltraron en territorio estadounidense en la década de 1990 a través de la llamada Red Avispa.

Sin embargo, las imágenes muestran un irrespeto total a los protocolos sanitarios vigentes en el país, pues tanto Ramón como Antonio aparecen sin mascarilla y sin guardar la debida distancia con el personal de Palmares.

Otra de las instantáneas compartidas en redes sociales muestra a Guerrero, sobre el cual pesaba una cadena perpetua en EEUU antes de que el presidente Barack Obama lo indultara, vestido con un chaleco salvavidas color naranja listo para bañarse con los delfines. El show con los delfines es uno de los atractivos del delfinario, que cobra altas tarifas por acercarse a los mamíferos acuáticos.

El gobierno cubano promociona sus hoteles y otras actividades extra hoteleras con el objetivo de captar turistas del mercado interno ante la baja afluencia de visitantes extranjeros. Por ejemplo, la agencia Havanatur oferta paquetes en hoteles todo incluido y de categoría 4 y 5 estrellas con precios por noche muy superiores a un salario mínimo mensual que asciende a 2.100 CUP.

En la actualidad, Labañino es vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC) y héroe de la República de Cuba, un título honorífico que también ostentan sus otros cuatro compañeros.

Por su parte, a Guerrero no se le conoce oficialmente ningún cargo administrativo ni político dentro de las organizaciones de masas en el país.

Ninguno de los dos puede pagarse con su salario una estancia en Cayo Guillermo, por lo cual los gastos en los que incurren deben ser pagados por el presupuesto del Estado, una cuenta a la que abonan todos los cubanos.