Fábrica de plaguicidas en Cuba no cumple sus planes por “poca fuerza de trabajo”

La fábrica de plaguicidas Los Amigos, perteneciente al Complejo de Producciones de Biopreparados de la Empresa Labiofam en Holguín, no puede cumplir los planes productivos para erradicar los insectos de la familia de los Trips que afectan el cultivo de frijol, debido a la “poca fuerza de trabajo” que recolecta la materia prima.

Según Maikel Domínguez Cuba, el líquido aceitoso que se saca de la semilla del árbol de Nim sembrado en 836 hectáreas del municipio de Mayarí no ha llegado a la industria en las cantidades contratadas porque hay “poca fuerza de trabajo en las formas productivas de la zona, la mayoría de las cuales pertenece a la Empresa Agropecuaria Guatemala”.

“Pagamos el quintal (cien libras castellanas) de primera, con semilla madura o pintona, a 150 pesos. Como la recolección ocurre a partir de julio, es normal el empleo de estudiantes de la localidad que disfrutan de las vacaciones escolares. También se suman muchas mujeres, pero no es suficiente”, detalla Maikel Domínguez.

El especialista añade que según los cálculos toda la plantación de Nim debe proporcionar unas 2.600 toneladas de frutos, pero la industria recibió el año pasado solo 264,5 toneladas casi un 10% de la capacidad de la planta procesadora.

No obstante, esas 260 toneladas fueron convertidas en 1.440 litros tanto de LabioNim 80 (bioplaguicida que actúa como repelente y antiapetitivo) y DerNim p (antiparasitario externo para la especie canina) que fueron enviados hacia las provincias de La Habana y Pinar del Río.

Por otra parte, se innova en el producto CubaNim-T, elaborado con la torta resultante del prensado de las semillas, que ha demostrado ser efectivo para combatir al gusano del maíz y controlar plagas en almacenes y otros locales.

La planta Los Amigos fue puesta en marcha en 2014 con tecnología italiana y sus directivos indican que está a la espera de operar a plena capacidad desde ese entonces. Por diseño tiene dos líneas de producción: una es para obtener aceites comestibles a partir de girasol, maní y ajonjolí; y la otra, para el mencionado árbol de Nim.

Según el diario Granma, “ningún laboratorio del mundo ha logrado fabricar un insecticida tan selectivo, tan original y tan respetuoso de la vida como el que se esconde en los amarillos frutos del árbol del Nim”.

“Esta especie botánica es capaz de producir varios compuestos bioactivos (tetranortriterpenoides) entre los que figura la azadira­chtina como agente activo principal, pues muestra un marcado efecto insecticida, regulador del crecimiento y antiapetitivo sobre una gran cantidad de especies de insectos”.

Sin embargo, la ineficiencia de los organismos del estado, dígase industria y agricultura no han logrado encadenar un proceso productivo a pesar de invertir miles de dólares en la contratación y puesta en marcha de la planta Los Amigos.