FARÁNDULA
Fallece cineasta francés Laurent Cantet censurado en Cuba
Su película ‘Regreso a Ítaca’ se convirtió en el centro de una polémica cultural debido a su interpretación crítica del régimen en la isla
Cantet dirigió una decena de largometrajes, su enfoque narrativo se caracterizó por una mirada crítica a la sociedad contemporánea (Captura de pantalla © The Upcoming— YouTube)
La noticia del fallecimiento de Laurent Cantet, prominente figura del cine francés contemporáneo, ha conmocionado a la comunidad cinematográfica internacional. Su película Regreso a Ítaca fue censurada en 2014 durante el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
A sus 63 años, el cineasta deja tras de sí un legado cinematográfico de gran relevancia, marcado por su compromiso social y su capacidad para explorar las complejidades de la condición humana a través de la pantalla grande.
Cantet alcanzó la cima de su carrera en 2008, cuando su película La clase fue galardonada con la codiciada Palma de Oro en el Festival de Cannes y recibió una nominación al Premio de la Academia.
Este hito en su carrera no solo consolidó su posición como uno de los directores más talentosos de su generación, sino que también puso de relieve su habilidad para abordar temas sociales pertinentes con sensibilidad y profundidad.
A lo largo de su prolífica carrera, Cantet dirigió una decena de largometrajes, así como cortometrajes y una serie de televisión. Su enfoque narrativo se caracterizó por una mirada crítica a la sociedad contemporánea, explorando temas como la moralidad, la alienación y la búsqueda de identidad en un mundo en constante cambio.
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Entre sus obras más destacadas se encuentran Recursos humanos, que fue premiada en los premios César como mejor ópera prima, y El empleo del tiempo, que le valió el reconocimiento de la crítica por su originalidad narrativa y su estilo visual distintivo.
Sin embargo, fue Regreso a Ítaca la película que generó una controversia particular en el contexto cubano. Basada en una historia de Leonardo Padura, el largometraje se convirtió en el centro de una polémica cultural en Cuba debido a su interpretación crítica del sistema de la isla.
Aunque la película fue rodada en Cuba con autorización y participación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), fue censurada durante el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de 2014, lo que provocó la indignación de un grupo de cineastas cubanos.
Laurent Cantet, sin embargo, restó importancia a la controversia, calificándola como una «mala interpretación» que prefería olvidar. En una entrevista concedida en 2015, el director expresó su interés por ofrecer una visión humanista de Cuba a través de su película, destacando su deseo de dar voz a los cubanos y capturar la esencia de su país de origen.
Además de su trabajo como director, Cantet también tuvo un impacto significativo en la educación cinematográfica. Durante su tiempo como profesor en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños, compartió su experiencia y conocimientos con las generaciones futuras de cineastas, dejando una huella imborrable en la comunidad cinematográfica cubana.
En última instancia, el legado de Laurent Cantet trasciende las fronteras del cine para convertirse en un testimonio perdurable de su compromiso con la humanidad y su pasión por contar historias que desafíen, inspiren y provoquen reflexión. Aunque su partida deja un vacío en el mundo del cine, su obra perdurará como un recordatorio de su talento y su contribución al arte cinematográfico.
