MUNDO
Fallece el papa emérito Benedicto XVI a los 95 años en el Vaticano
Desde hace unos días se reportó un empeoramiento de salud por motivo de su edad
Benedicto XVI estuvo al frente de la Iglesia Católica entre los años 2005 y 2013. (Foto: Captura de pantalla)
El papa emérito Benedicto XVI murió a los 95 años en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, tras reportarse un empeoramiento de su salud y recibir una constante atención médica desde hace unos días.
Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la santa sede, informó que el fallecimiento ocurrió a las 9:34 a.m. (hora de Roma).
Declaration of the Director of the Holy See Press Office, Matteo Bruni
“With sorrow I inform you that the Pope Emeritus, Benedict XVI, passed away today at 9:34 in the Mater Ecclesiae Monastery in the Vatican.
Further information will be provided as soon as possible.”— Holy See Press Office (@HolySeePress) December 31, 2022
Brunni también informó que el jueves 5 de enero, a las 9:30 a.m., se realizará el funeral en la plaza de San Pedro en el Vaticano, el acto que será presidido por el Santo Padre.
El representante de San Pedro, se encontraba en una situación delicada de salud por motivos de su avanzada edad. Ayer, la santa sede había informado que se encontraba grave, pero en condiciones estables.
“Quisiera pedirles a todos una oración especial, por el papa emérito Benedicto, que en silencio está sosteniendo a la iglesia, está muy enfermo. Pidan al Señor que lo consuele, y lo sostenga en este testimonio de amor a la iglesia, hasta el final”, expresó Francisco durante su audiencia general celebrada el miércoles pasado.
Benedicto XVI, cuyo nombre real era Joseph Aloisius Ratzinger, asumió el máximo cargo de su religión en 2005, tras la muerte del papa Juan Pablo II, conocido como el «Papa Viajero».
Su santidad fallecida sorprendió a los feligreses en 2013, cuando anunció su renuncia y dio pasó a la llegada de Francisco I, tras un histórico conclave cardenalicio que eligió por primera vez un papa nacido fuera de las fronteras de Europa.
A partir de su retiro, Ratzinger empezó a ser reconocido como un papa emérito, tituló que recibió como un premio a sus méritos, aunque no tiene la misma autoridad que porta Francisco.
Ratzinger nació en Marktl, Alemania, el 16 de abril de 1927. Su padre era comisario de policía y pertenecía a una familia de agricultores de la Baja Baviera, mientras que su madre era hija de artesanos de Rimsting, en la orilla del lago Chiem.
Los registros sobre su vida indican que estudió filosofía y teología en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Freising, además de ser alumno en la Universidad de Múnich. Posteriormente, recibió la ordenación sacerdotal el 29 de junio de 1951.
El papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Múnich el 25 de marzo de 1977 y en ese mismo año recibió la ordenación espiscopal. Fue el primer sacerdote diocesano en 80 años en asumir el gobierno pastoral de la gran Arquidiócesis de Baviera.
Unos meses después, se convirtió en cardenal con el título sacerdotal de “Santa Maria Consolatrice al Tiburtino”. Este nombramiento ocurrió durante el Consistorio del 27 de junio de 1977.
En su trayectoria también destacan numerosas publicaciones que sirven de referencia para las personas interesadas en profundizar en el estudio de la teología.
Benedicto XVI en Cuba
En 2012, Benedicto XVI realizó una visita de tres días a Cuba, convirtiéndose en el segundo Papa en visitar el país después de Juan Pablo II, quien lo hizo en 1998.
La visita de Benedicto XVI a Cuba fue vista como una oportunidad para mejorar las relaciones entre la Iglesia Católica y el Gobierno cubano, que habían sido tensas durante años. Benedicto XVI se reunió con el entonces presidente cubano Raúl Castro y otros líderes del gobierno, y también se encontró con miembros de la sociedad civil y la comunidad religiosa cubana.
Durante su visita, Benedicto XVI defendió la libertad de religión y el derecho a la libertad de conciencia, y también habló sobre la importancia de la familia y la solidaridad entre los pueblos.
Benedicto XVI fue recibido con gran entusiasmo por la población cubana durante su visita. Muchas personas se dieron cita en las calles para verlo pasar y participar en sus ceremonias y discursos. La visita de Benedicto XVI a Cuba fue vista como un importante paso hacia la normalización de las relaciones entre la Iglesia Católica y el Gobierno cubano.
