Fallece otra niña cubana debido a la escasez de insumos médicos en el país

La pequeña fue trasladada hacia Matanzas por falta de cama y oxígeno en La Habana. (Foto: Gladis Capote – Facebook)

La muerte de una niña de cuatro años de Mayabeque, producto a la escasez de insumos médicos en el país, ha conmocionado profundamente a las redes sociales.

Según trascendió, la menor era sobrina-nieta de la Dama de Blanco Gladis Capote y fue remitida, el pasado miércoles primero de febrero, desde un hospital de La Habana hasta Matanzas, pues en la capital no contaban con oxígeno y una cama para internarla.

La propia activista compartió la lamentable noticia a través de su cuenta de Facebook, donde asegura que la niña falleció mientras hacían el viaje de traslado entre ambas provincias, aunque no ofrece más datos sobre la enfermedad de la pequeña.

A través de los comentarios de la publicación, se dio a conocer que la pequeña residía en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque, desde donde fue remitida para el Hospital Pediátrico de Matanzas “ya que ninguna institución en la capital quiso aceptar el caso por falta de recursos”, asegura una internauta.

Una de las personas que ha mostrado sus condolencias a la familia de Capote en este triste momento, ha sido Berta Soler, quien dirige el movimiento de las Damas de Blanco en Cuba.

“Que pena empezando a vivir, Dios la tenga en la gloria. Nuestras condolencias para la familia, hermana”, le ha dejado saber la activista a su amiga.

El pasado año se reportaron más de diez muertes de niños en toda Cuba debido a negligencias médicas y falta de recursos en los hospitales del país, tan autoproclamado por el régimen castrista como “potencia médica”.

La falta de condiciones en las instituciones sanitarias, colapsadas en su inmensa mayoría por más de 60 años de abandono, llegaron a su punto culmen con todo el caos sanitario que generó la COVID-19, lo cual desabasteció los pocos recursos que quedaban para el pueblo.

Las redes sociales se han convertido en la manera más eficaz que han encontrado los antillanos para desahogar sus frustraciones y denunciar situaciones como esta, donde son los más inocentes y desafortunados quienes deben pagar el precio de un estado fallido.

Mientras los dirigentes comunistas se pasean en sus autos de lujos y la Machi exhibe costosas carteras, zapatos y relojes, y organiza festivales culinarios gourmet, es el pueblo quien sufre y mantiene sobre sus espaldas el despilfarro de la vida de ricos que se dan en la cúpula de poder.