Falta por sembrar casi el 60% de la caña planificada para el 2022

A menos de dos meses para que termine el año 2022, el grupo azucarero Azcuba solo ha sembrado el 41% de la caña planificada, por lo cual el incumplimiento es casi del 60% y de acuerdo a las causas esgrimidas no parece que sean solucionadas como para avanzar en la meta proyectada.

Según declaraciones al diario oficialista Granma de Dionis Pérez Pérez, director de Informática y Comunicaciones de Azcuba, la campaña de siembra ha enfrentado la falta de combustible, roturas en la maquinaria, escasez de fertilizantes y herbicidas, además de déficit de mano de obra dispuesta a trabajar en el campo cubano por bajos salarios.

El directivo le dio especial importancia a “la falta de motivación de los trabajadores y a la pérdida gradual de la fuerza laboral necesaria para llevar a cabo las principales tareas en el campo”. Este es un problema que a diario enfrenta la actividad económica de Cuba, especialmente el sector estatal.

El escenario demográfico del país es preocupante, pues a una población sumamente envejecida desde hace varios lustros se suma el éxodo migratorio masivo protagonizado sobre todo por jóvenes cubanos que no ven futuro en la nación antillana. Solamente hacia Estados Unidos emigraron más de 224 mil cubanos en el año fiscal 2022.

Ninguna de las provincias cubanas que tiene el encargo de sembrar la caña de las próximas zafras azucareras ha cumplido con la meta prevista para esta etapa del año. El plan de siembra anual a nivel nacional se fijó en 149.334 hectáreas, pero solo se han sembrado 59.659.

Los pronósticos no son halagüeños, pues la caña que no se sembró en tiempo cuando las lluvias iban a ayudar a mantenerla resplandeciente ahora ya no tiene caso hacerlo. El directivo advirtió que del faltante solo es consecuente sembrar en las áreas que tiene riego.

“Pero por la fecha en que nos encontramos, solamente se deben sembrar aquellas áreas que tienen riego, pues a partir de esta época de seca ya no llueve con la frecuencia necesaria y se corre el riesgo de perder toda la siembra”.

Para la contienda 2022-2023, la estrategia del gobierno es reducir al mínimo los centrales que molerán caña. En total se incorporarán a la zafra que arranca a mediados de noviembre solo 23 ingenios azucareros. La cifra se asemeja a la cantidad de central que tuvo la Isla en los inicios del siglo XIX. Un descomunal retroceso.

El cierre de muchas de estas fábricas significa el fin de la actividad económica para las comunidades rurales que construyeron su historia alrededor del ingenio azucarero e hicieron de esta producción una tradición que el régimen comunista ha condenado al olvido.

Para la venidera temporada, Cuba aspira a producir alrededor de 455 mil toneladas de azúcar, una cifra casi 17 veces inferior que los 8 millones de toneladas que se llegaron a producir durante la década de 1970 con la ayuda la Unión Soviética.