Familia cubana se planta en una calle de Guanabacoa con un refrigerador roto

Una familia cubana, integrada por adultos y niños enfermos de VIH, se plantó con un refrigerador roto en una calle de Guanabacoa, La Habana, para exigir a las autoridades comunistas una solución al problema que enfrentan desde hace dos meses.

Según el Movimiento Democracia, los manifestantes en este hecho no han podido conservar de manera correcta sus medicamentos, debido al mal funcionamiento del aparato electrodoméstico.

“Una familia cubana se acaba de plantar en medio de la calle con su refrigerador roto, luego de pagar su reparación y que lo dejaran inservible por dos meses, ellos padecen de VIH que amenaza sus vidas y no pueden estar sin los medicamentos”, manifestó en Facebook Ramón Saúl Sánchez, líder de dicho movimiento.

Un video publicado por el usuario muestra que la familia despejó la vía cuando arribaron agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Se desconoce si alguno de sus miembros terminó bajo arresto.

La protesta ocurrió exactamente frente a la vivienda de Evelin Pineda Concepción, cuya dirección es Cruz Verde Número 1, entre Máximo Gómez y Corralfalso, de dicho municipio.

Esta pequeña manifestación se suma a las diferentes acciones de inconformidad que han ocurrido en el territorio cubano en las últimas semanas por diversos temas, principalmente el colapso del Sistema Energético Nacional.

Según el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC), septiembre fue el mes con más protestas desde el estallido social del pasado 11 de julio de 2021. La organización detectó un total de 364 manifestaciones en La Habana, Las Tunas, Villa Clara, Holguín, Santiago de Cuba, Mayabeque y Matanzas.

El informe precisa que unas 227 fueron por derechos políticos y civiles (DPC), mientras que las 137 restantes tienen relación con temas económicos y sociales (DES).

Entre los días 29 y 30 de septiembre, se detectaron protestas en la vía pública de más de 30 barrios de diferentes municipios de la capital, entre ellos Plaza de la Revolución, donde se encuentra los centros del poder.

“El OCC tuvo que aplicar un criterio selectivo a los cacerolazos, bloqueos de caminos y marchas motivadas por los apagones para clasificarlos como DES o como DPC, porque lo que comenzó como una demanda social, la terminación de los cortes eléctricos se radicalizó y devino en demanda política: ¡Libertad!”, indica el documento.

Además de las marchas y bloqueos, los cubanos también recurrieron a otros modos de protesta como la colocación de carteles, denuncias ciudadanas, memes, videos, declaraciones y la formulación de etiquetas de redes sociales contra el régimen.