Finalizan tareas de rescate en el hotel Saratoga con 45 muertos y varios heridos de gravedad

Las tareas de rescate duraron más de cinco días. (Foto: ACN)

Con un saldo de 45 muertos, el gobierno cubano anunció el fin de las tareas de rescate y salvamento que durante más de cinco días acometieron brigadas especializadas de los bomberos y la cruz roja en el hotel Saratoga y otros edificios aledaños.

Además de los cuerpos sin vida encontrados bajo los escombros que produjo la explosión producto de un escape de gas, otros ciudadanos se encuentran luchando por sus vidas en salas de terapia intensiva.

De acuerdo con el parte oficial del Ministerio de Salud Pública del día 12 de mayo, 98 personas resultaron lesionadas por el siniestro, que afectó a 23 edificaciones. En la actualidad, 38 recibieron el alta médica y 16 se encuentran hospitalizadas. De los 16, 12 son adultos y 4 menores de edad.

En total, hay seis reportados en condición crítica y dos catalogados como grave. Todos los muertos identificados hasta el momento son cubanos, excepto una joven turista española.

Al culminar las tareas de rescate, el presidente Miguel Díaz-Canel decretó duelo nacional de un día de duración. Desde las 6:00 a.m. del viernes 13 de mayo la bandera cubana deberá ondear a media asta en los edificios públicos e instituciones militares.

Hasta el momento, la versión oficial es que el hotel Saratoga estaba recibiendo un servicio de abastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) cuatro días antes de la reapertura oficial. Durante el trasiego hubo un escape de gas que se acumuló en la instalación hasta que ocurrió la deflagración.

El hotel es propiedad de Gaviota, la cadena hotelera del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), que es administrado por el exyerno de Raúl Castro, el general de brigada Luis Alberto López-Callejas.

La edificación no había sufrido ningún percance desde su construcción en 1880. En aquella etapa el inmueble tenía solo dos pisos con el objetivo de servir como bodega de almacén. En 1933 fue ampliado para convertirlo en hotel.

Posteriormente, en 2005 fue restaurado y tenía 96 habitaciones, tres bares, dos restaurantes, un centro de negocios, un spa, gimnasio y una piscina en su terraza con vista panorámica de La Habana.

La onda expansiva dañó de manera considerable a inmuebles cercanos como el templo bautista El Calvario, la sede de la Asociación Cultural Yoruba, la escuela primaria ‘Concepción Arenal’ y edificios que funcionan como viviendas en La Habana Vieja.