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Gobierno exige 3.4 millones de pesos a vecinos de un edificio multifamiliar por arreglar la escalera
El edificio fue fabricado en 1970 con un sistema experimental de prefabricado yugolavo, el cual presuponía mantenimiento cada cinco años que nunca se ha realizado
El Gobierno cubano cobrará alrededor de 3.4 millones de pesos (CUP) a un grupo de vecinos que viven en los 30 apartamentos de un edificio multifamiliar en el Vedado, por arreglar la escalera de uso común, según explicó desde su cuenta en Facebook una de las residentes en el inmueble, Nara Miranda Lorigados, licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información.
Los vecinos del edificio, ubicado en sexta, entre 1ra y 3ra, en el municipio capitalino Plaza de la Revolución, luchan hace años por una solución a la escalera, que está en peligro de derrumbe, pues el concreto se ha ido resquebrajando con las cabillas de acero al descubierto.
La desesperanza es el primer sentimiento que invade a los residentes del lugar. “Han dejado que el edificio llegue al punto en que necesita una reparación capital y que hay que demoler una escalera, y ahora resulta que en el país no hay acero ni para una escalera pequeña de cinco niveles”, apunta Miranda Lorigados en su publicación.
Uno de los primeros habitantes de esos apartamentos desde la inauguración en 1970 recuerda que la construcción estuvo basada en un sistema experimental de prefabricado yugolavo, el cual presuponía mantenimiento cada cinco años, algo que el Estado se comprometió a efectuar, pero nunca cumplió.
Ahora, luego de varias gestiones ante la Dirección Municipal de la Vivienda, aparece una aparente solución que involucra la contratación de una cooperativa de construcción privada que hará el trabajo postergado durante varios quinquenios por el Gobierno.
El problema es que el proyecto técnico está valuado en 3.4 millones de pesos que deben ser abonados a partes iguales por cada uno de los 30 apartamentos del edificio. En consecuencia, tendrían que pagar 113.333 CUP por cada familia, una cifra casi imposible de abonar y menos aún sin acceso a un crédito bancario a razonables tasas de intereses.
Miranda Lorigados advierte que los funcionarios de la Vivienda en Plaza le dijeron que “si algún apartamento dice que no tiene su parte del dinero, ellos no van a hacer nada. Dicen que es una pena, pero que cuando la directora de Vivienda de Plaza propuso que pagáramos solo un 30%, desde ‘arriba’ dijeron que no, que tenemos que pagarlo completo. Y está el tema del acero, que no hay, que no alcanza, que no tienen, así que en realidad, lo de fundir una escalera nueva, como que no es posible. Pero de todos modos, lo más probable es que los vecinos no puedan pagar”.
Distintas brigadas constructoras se han ido negando a emprender el trabajo, porque el edificio está demasiado destruido y resulta muy complicado. Han transcurrido casi 10 meses desde las primeras estimaciones de costos, y con el CUP devaluándose cada día la cifra estimada de la reparación puede seguir subiendo.