Gobierno cubano reconoce que solo entrega el 58 % de la tierra solicitada en usufructo

La política de entrega de tierras en usufructo está vigente en Cuba desde el 2008 y su objetivo era fomentar la productividad del campo cubano para garantizar los alimentos del consumo interno, ante la incapacidad del gobierno y sus fórmulas estatales para hacerla producir.

Por ello resulta llamativo que el propio periódico oficialista Granma reconozca en sus páginas que tras 11 años de poner en práctica la ley solo se hayan entregado el 58 por ciento de las tierras solicitadas para usufructo.

Según Eddy Soca Baldoquín, director de Suelos y Control de la tierra del Ministerio de la Agricultura, “hasta el cierre de noviembre de 2019 se habían recibido un total de 28 649 solicitudes para la entrega de tierra, de las cuales se han resuelto 16 480 y se mantienen en trámite 12 169”.

Como justificación, el funcionario comenta que existen varias áreas ociosas o las que por alguna razón dejaron de ser explotadas, y se requiere el empleo de maquinaria pesada la cual no está disponible y por ello la entrega de estas parcelas suele demorar. Además, clama por el sentido de pertenencia de los campesinos que piden la tierra y llama a utilizar la tracción animal.

“Sabemos que para desarrollar la agricultura hacen falta insumos y tecnologías que hoy no disponemos de ellos para ponerlos en manos del productor. Sin embargo, la dirección del país ha hecho un llamado a que los productos se comercialicen como está establecido y se ha venido revisando la contratación del año 2020, en la que se ha exigido la relación de productor a productor y que cada cual aporte de acuerdo con el potencial que tiene”, dijo.

Sin embargo, estas cifras son opacadas en la publicación ante el aluvión de números para justificar lo productivo que es el campo, lo cual a fin de cuentas no se traduce en comida a la mesa del cubano.

Por ejemplo, el directivo afirma que “el frijol ha experimentado un crecimiento de alrededor del 6 o el 7 % anual, más del 92 % del arroz que se produce en el país está en manos del sector no estatal; la producción de leche también ha venido creciendo a un ritmo aproximado de un 3 % anual, y la de carne, incluyendo ambos sectores, estatal y no estatal, ha crecido en unas 25 000 toneladas”.

La pregunta es evidente, ¿dónde está toda esa comida? Es algo que el Granma no dice.