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Güira de Melena suspende sus fiestas populares por temor a las protestas
Ni siquiera se preocuparon por elaborar una excusa oficial de tapadera como la crisis económica que atraviesa el país
En el municipio Güira de Melena se suspendieron las tradicionales fiestas populares de marzo por temor a que se desaten manifestaciones contrarias a la dictadura y su mandatario de turno, Miguel Díaz-Canel.
Conocidas en la región como “Las Fiestas de la Papa”, el evento atrae a miles de residentes y güireños que viven en el exterior; que con el pretexto de la campaña de frío que cosecha del tubérculo, se reúnen para compartir y celebrar.
Güira de Melena, un poblado de la provincia de Artemisa que contaba con 40.318 habitantes en 2020, fue centro de algunas de las protestas cuando miles de cubanos abordaron las calles al grito de “Patria y Vida” en julio de 2021 y de ciertos cacerolazos aislados el domingo pasado.
“Las autoridades locales decidieron no realizar las fiestas luego de haber montado toda la infraestructura para celebrar por los lugares más céntricos de la ciudad, como consecuencia muchas de las Mipymes que habían pagado para ocupar kioscos y puestos de ventas, tuvieron que retirarse”, explicó a Periódico Cubano uno de los involucrados en los preparativos que tuvo que detener sus ventas y prefirió el anonimato por miedo a represalias del régimen.
Según la fuente, ni siquiera se preocuparon por elaborar una excusa oficial de tapadera como la crisis económica que atraviesa el país. “Se suspendieron las fiestas, por miedo a que durante ellas surjan nuevas protestas, tienen miedo de que tanta gente reunida comience a gritar consignas contra el gobierno. Y como la policía no dispone de tantos efectivos para controlar una masa tan grande, prefirieron suspenderlas por ahora”.
“Algunas de las Mipymes que pretendían cubrir el evento, se trasladaron desde lugares tan distantes como la ciudad de Matanzas con el fin de prestar sus servicios durante los festejos, se desmontaron docenas de kioscos que ya habían sido autorizados, pagados y habilitados la fiesta; por orden de las autoridades del Partido y el Poder Popular”.
A la par de la cancelación, las autoridades movilizaron a todo el personal represivo del municipio. La presencia de policías y militares es más visible y contante en los parques y sobre todo en la céntrica calle Cuba, que es la arteria comercial principal de la ciudad.
“No se molestan ni en disimularlo, convocaron a sus cuadros políticos y les explicaron lo que deben hacer en caso de alguna nueva protesta. Las instrucciones fueron claras, evitar eventos masivos, reportar todo lo que sea sospechoso y darle mucha muela a los que se quejen”.