Habla la historiadora cubana Alina López Hernández tras ser condenada por desobediencia

La politóloga Alina López Hernández fue sometida a un juicio sumario en Matanzas. (Foto: Alina López Hernández – Facebook)

La historiadora y politóloga cubana, Alina Bárbara López Hernández, declaró a Diario de Cuba que no aceptará la sanción impuesta por la jueza del Tribunal Municipal de Matanzas, quien la condenó por el presunto delito de desobediencia.

Tras la audiencia, la intelectual informó que recibió con sentencia el pago de una multa de más de 7.000 pesos cubanos, que tendrán que saldar a través de 250 cuotas de 30 pesos. Ella rechazó la sanción asegurando que es víctima de una situación de carácter político.

“A pesar de que no pudieron probar absolutamente nada y a que el juicio estuvo lleno de contradicciones, con la única testigo que ellos pudieron llevar, que es la oficial que me vino a traer la citación”, agregó en su declaración.

La politóloga también comentó que ni siquiera firmó la notificación de la multa, que deberá apelar en los próximos cinco días. “La cuestión no es que sea una multa, sino que estoy siendo acusada por un delito de desobediencia, y yo no admito eso, porque yo no desobedecía a oficiales que estuvieran cumpliendo funciones, porque la citación carecía de los elementos necesarios para ser aceptada como parte de la apertura de un procedimiento penal”, argumentó.

En cuanto a las medidas cautelares impuestas por la Seguridad del Estado meses atrás, como la prohibición de viajar al extranjero, López Hernández denunció que estas medidas se mantienen vigentes a pesar de la sanción. Esta práctica de represalia contra opositores, activistas y ciudadanos críticos es común en el régimen cubano.

El caso contra la intelectual se originó a raíz de sus críticas en las redes sociales sobre la situación que atraviesan los cubanos y sus participaciones en manifestaciones pacíficas en plazas de Matanzas. Estas acciones le valieron la persecución de la Seguridad del Estado, una detención violenta y acciones intimidatorias.

Durante el juicio, la policía política impidió el acceso al tribunal a personas cercanas a la acusada, e incluso se reportaron detenciones y desapariciones, como la del escritor Jorge Fernández Era, quien fue devuelto a su casa en La Habana bajo vigilancia policial, y las desapariciones de Mario Gines González Reyes e Ilonka Amuchastegui, quienes fueron sacados del lugar por la fuerza.

El proceso sumario y represivo contra la politóloga, ha generado una ola de solidaridad a través de colegas, activistas, organizaciones y miembros de la sociedad civil cubana, condenando el proceso judicial y exigiendo justicia para la cubana.