Habla por primera vez la madre cubana deportada: DHS le responde sobre la separación de su hija

La situación humanitaria quedó en un segundo plano para los agentes de ICE, que cumplieron con la orden de deportación firmada por un juez de inmigración. (Captura de pantalla © Telemundo – YouTube)

Heidy Sánchez, la madre cubana que fue deportada la semana pasada a pesar de que aún lactaba en Tampa a su hija menor de un año, habló por primera vez con la prensa internacional luego de su regreso forzado a la Isla.

La mujer, quien entró a Estados Unidos hace cinco años recibiendo el formulario I-220B, no pudo contener las lágrimas al rememorar el instante donde vio a su hija por última vez antes de ser detenida por ICE y finalmente deportada hacia La Habana.

“Me dijeron que llamara a mi esposo, que nuestra hija tenía que quedarse y que yo me iría”, comentó Sánchez entre sollozos. “Mi hija comenzó a ponerse nerviosa y a pedir leche, pero no les importó”, añadió, visiblemente afectada.

Las declaraciones emitidas a la agencia Reuters son un fiel reflejo del dolor de una madre que ahora enfrenta la separación de su hija en un momento tan crítico de su crianza. La situación humanitaria quedó en un segundo plano para los agentes de ICE, que cumplieron con la orden de deportación firmada por un juez de inmigración desde hace meses.

DHS ofrece otra versión de los hechos

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) respondió a las declaraciones de Sánchez, asegurando que la versión de los hechos proporcionada por la madre no era exacta.

Según la subsecretaria Tricia McLaughlin, el protocolo de ICE establece que a los padres se les pregunta si desean ser deportados con sus hijos o si prefieren que un familiar se encargue de ellos. McLaughlin indicó que en este caso, el esposo de Sánchez había decidido que la niña no sería deportada con su madre.

Sin embargo, Sánchez refutó esta versión, subrayando que nunca se le ofreció la opción de llevarse a su hija a Cuba. Afirmó que fue deportada sin pasaporte, identificación ni documentos que justificaran su deportación.

La falta de claridad sobre los detalles de su caso ha aumentado las preocupaciones de defensores de los derechos civiles, quienes cuestionan la legalidad del trato a los inmigrantes bajo las políticas migratorias de la administración de Donald Trump.

Sánchez llevaba en EEUU desde 2019, viviendo bajo órdenes de deportación, pero con la posibilidad de permanecer en el país bajo supervisión, siempre y cuando asistiera regularmente a una cita programada con ICE.

Durante su estancia, se casó con un cubano que ya era ciudadano estadounidense y dio a luz a su hija en noviembre de 2023. Sin embargo, su solicitud de residencia legal aún no había sido respondida al momento de su detención.

La deportación de Sánchez, junto con otros 81 migrantes, tuvo lugar en un vuelo que partió desde Tampa, Florida, y arribó al Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana. La madre expresó en la entrevista que, a pesar de entender que los funcionarios de ICE “solo estaban haciendo su trabajo”, consideró injusta la separación. “No puedo dormir, no puedo descansar”, dijo, pidiendo que la reúnan con su hija, quien aún está en EEUU.

Cuba tiene la última palabra en aceptar a personas deportadas

Desde abril de 2023, los gobiernos de Cuba y EEUU retomaron los vuelos de deportación de cubanos en situación migratoria irregular, en el marco de acuerdos migratorios vigentes entre ambos países.

El régimen castrista es el que tiene la última palabra sobre qué deportados acepta, revisando los expedientes enviados por ICE. Según la abogada de inmigración, Rosalí Chaviano, lo que se ha visto a lo largo de los meses es que Cuba tiende a aceptar a los migrantes jóvenes, trabajadores y profesionales, quienes podrían contribuir al país y se adaptarían más rápido sin generar contratiempos para el Estado.

Por el contrario, aquellos con antecedentes criminales o que han permanecido en EEUU por años sin regularizar su estatus son menos propensos a ser deportados. Ejemplos incluyen el caso de Heydi Sánchez Tejeda, deportada a Cuba a pesar de tener una hija de un año, y la situación de Yosvanis Arismin Sierra Hernández, conocido como Chocolate MC, quien sigue en el país norteño pese a enfrentar cargos judiciales.