Hablan familiares de la joven que atentó contra su vida en un hospital de La Habana

La joven enfermera se encontraba bajo tratamiento por una esquizofrenia paranoide. (Captura de pantalla © Niover Licea – Instagram)

Familiares de Gisell Villafranco, la joven cubana que atentó contra su vida el pasado 24 de enero lanzándose desde el octavo piso del Hospital ‘Miguel Enríquez’, antiguamente conocido como ‘La Benéfica’, en Luyanó, La Habana, denunciaron posibles negligencias en la atención médica que recibió la muchacha.

José Francisco Santana Cruz, padrastro de la víctima, declaró a Radio Televisión Martí que su hijastra tenía esquizofrenia paranoide y que el medicamento que le estaban administrando no era el adecuado para su enfermedad.

Ese tipo de esquizofrenia afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Los síntomas principales se centran en la presencia de delirios y alucinaciones, particularmente persecutorios o de grandeza, así como en la desconfianza extrema y la hostilidad hacia los demás.

Según el entrevistado, dicho medicamento la mantenía sedada, pero no contribuía a mejorar su condición. La familia está considerando tomar medidas legales para denunciar la presunta negligencia médica.

La doctora Judith Díaz Linares, miembro del equipo médico de la sala de Psiquiatría donde Gisell estuvo internada por quinta vez, respondió que no podía proporcionar información del paciente por teléfono, pero afirmó que los hechos no eran como se describían por parte de la familia.

Lázaro Villafranco, padre de la joven fallecida y residente a pocos metros del hospital, no responsabiliza al personal médico, sino al sistema político de la Isla. Él expresó su preocupación por la falta de atención médica, la escasez de medicamentos y la falta de higiene en los diferentes centros de salud.

Además, lamentó la demora del personal de Medicina Legal en llegar al lugar para recoger el cadáver de su hija, que permaneció durante horas tirado y cubierto por una manta que fue colada por trabajadores del hospital.

El padre hizo un llamado a la esperanza y a la libertad, expresando su deseo de que un día no ocurran más tragedias como esta en Cuba. Su dolor y el de su familia evidencian la necesidad de abordar de manera urgente la situación del sistema de salud.

Un empleado del hospital, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, corroboró dicha demora, señalando que los responsables de recoger el cadáver se presentaron varias horas después del incidente.

Según el Anuario Estadístico de Salud de 2022, las muertes por lesiones autoinfligidas disminuyeron en este periodo, pero se registró una taza de 12.9 actos por cada 100 mil habitantes, una cantidad que aún es alarmante.