Inflación en EEUU cae al 5% en marzo, su nivel más bajo en nueve meses

Los alimentos de consumo en el hogar cayeron 0.3% en el mes, ayudado por menores precios del huevo (registró una disminución de casi 11%) y frutas y verduras (que cayeron 1.3%). (Foto: Periódico Cubano)

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos, una medida que se usa para cuantificar la variación de precios, mostró una inflación del 5% anual en el mes de marzo, su nivel más bajo desde 2021, según informó este miércoles el Departamento de Trabajo.

Los analistas esperaban un dato cercano al 5.2%, por lo cual fue una sorpresiva mejoría que la inflación quedará 0.2% por debajo de las previsiones. El crecimiento del IPC había alcanzado un máximo del 9.1% en junio de 2022, no visto en más de 40 años; pero ha estado disminuyendo a un ritmo constante desde entonces.

Sin embargo, la inflación básica, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, aumentó un 0.4% mensual en marzo y un 5.6% respecto al año anterior.

Por su parte, los alimentos de consumo en el hogar cayeron 0.3% en el mes, ayudado por menores precios del huevo (registró una disminución de casi 11%) y frutas y verduras (que cayeron 1.3%).

Con relación al empleo, el Departamento de Trabajo informó que los salarios estadounidenses aumentaron un 4.2% anual en marzo, por lo que claramente quedaron por debajo de la inflación. Además, fue el nivel de crecimiento más bajo desde junio de 2021.

No obstante, fueron buenas noticias para los inversores que están cada vez más optimistas de que la Reserva Federal (Fed) pronto pausará su ciclo agresivo de aumento de las tasas de interés, aunque el objetivo de la Fed es mantener una inflación del 2% con un margen de +/- 1%.

Si la Fed sigue con su política de aumento en las tasas de interés, las empresas y los consumidores enfrentarán más crecimientos en el costo del crédito, es decir, en el acceso al dinero mediante préstamos bancarios, en una economía basada en la deuda.

Por lo tanto, los préstamos pendientes, como hipotecas para viviendas y créditos para automóviles, se vuelven más caros cuando las tasas de interés suben, lo que puede reducir la demanda de viviendas y automóviles. Como resultado, los sectores inmobiliarios y automotriz pueden experimentar una disminución en la demanda y las ventas.

Esto puede limitar la capacidad de las empresas para invertir en nuevas iniciativas y proyectos, lo cual llevaría inevitablemente a despidos para ahorrar costes en la mano de obra. Se puede frenar el crecimiento económico, cayendo en una recesión.

La Fed espera poder lograr un equilibrio con su política monetaria para poder sortear la avalancha de despidos en el mercado laboral con la desaceleración económica sin caer en una recesión real. El crecimiento del producto interno bruto en EEUU tiene un ritmo de anualizado del 2.2% para el primer trimestre del actual 2023, según datos de la Fed de Atlanta. Sin embargo, muchos economistas esperan que se produzca una contracción más adelante en el año.