Informe de Amnistía Internacional reporta cerca de mil ejecuciones por Pena de Muerte en 2017

El último informe de Amnistía Internacional sobre la pena de muerte a nivel mundial señala que en 2017 hubo un total de dos mil 391 condenas de este tipo y se procedieron 993 ejecuciones, en su mayoría en países de Asia y África.

Dicho documento señala que Estados Unidos fue el único país del continente americano que realizó ejecuciones durante ese año y por parte de Europa, la única nación fue Bielorrusia.

Por ser un secreto de Estado no se sabe cuántas ejecuciones se hicieron en China, sin embargo, la ONG calcula que el gigante asiático lidera la lista con miles, pero por desconocerse la cifra exacta no se suman a las 993 sí comprobadas.  El 84 por ciento de las ejecuciones conocidas fueron realizadas en Irán, al menos 507 personas; Arabia Saudita con 146, Irak, con un total de 125 y Pakistán con al menos 60.

América Latina no figura en la lista debido a que la mayoría de sus países no consideran en su legislación la pena de muerte, solo Guatemala, El Salvador, Perú, Brasil y Chile retienen este tipo de castigo para sentenciados por delitos graves, como crímenes de guerra. En el caso de Cuba sí es vigente pero no se ha aplicado desde el 2003.

El documento recuerda que Venezuela en 1863 se convirtió en el primer país a nivel mundial en abolir la pena capital, donde en Bahamas, Jamaica, Belice, Guyana, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Granada, aun está considerada en la ley pero no hubo ejecutados en 2017.

Durante los últimos nueve años de manera seguida, el único país de las Américas que llevó a cabo ejecuciones fue Estados Unidos y se posición en la lista mundial en el octavo lugar con 23 sentencias cumplidas.

En el apartado de los delitos por el que se llevaron a cabo las ejecuciones, se menciona que no todos los países consideran este castigo ante crímines de homicidio, por ejemplo, en China, Irán, Arabia Saudita, Singapur y otros, se aplica por delitos relacionados con el narcotráfico.

La corrupción es castigada con esta pena en China y en Vietnam, mientras en Arabia Saudita está propuesta para la brujería y el adulterio. En Irán y Pakistán tiene motivos religiosos, ya que es condenado a muerte quien insulte al profeta Mahoma.

Al hablar de métodos de ejecución, se dice que en Arabia Saudita aun está presente la crucifixión para los castigos graves, como se le aplicó a un hombre que entró sin permiso a la casa de una mujer, le disparó y la apuñaló hasta dejarla sin vida. Además de ser crucificado, la pena contempla primero la decapitación y exposición pública de su cuerpo.

La lapidación, considerada en algunos países donde se practica el islam, no tuvo registro durante el año pasado y acerca de este castigo Mohammad S., un letrado iraní, señaló que se dan pocos casos en la República Islámica porque para los gobiernos deja una imagen negativa que se mate a alguien a pedradas ante la vista internacional.

En algunos países como Estados Unidos, los sentenciados tienen la posibilidad de cambiar el tipo de ejecución. Un caso de esto ocurrió en Tenesse, el pasado otoño, en el que dos presos solicitaron ser ejecutados en la silla eléctrica, en vez de la inyección letal con el sedante midazolam, ya que alegaron que el fármaco causa un dolor insoportable.

Desde el 2017, con la inclusión de Guinea y Mongolia, ya son 106 países que han eliminado totalmente de sus respectivas legislaciones la pena de muerte.

Y con la abolición de Guatemala para castigos comunes, se puede decir que 142 Estados del mundo habían abolido la pena capital en la ley o en la práctica para finales de 2017.

A pesar de que 21 mil personas esperaban ser ejecutadas el año pasado, la pena se redujo un 4 por ciento y las condenas disminuyeron un 17 por ciento.

La práctica solo se reanudo en  Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Baréin.

Fuera del informe de Amnistía Internacional, se sabe que en octubre de este año Washington se convirtió en el vigésimo estado de EE.UU. en abolir la pena capital por decisión unánime de su corte suprema.

Además, la Iglesia Católica continuó su postura contraria a la pena de muerte y en este año la tachó de «inadmisible», porque «atenta» contra la dignidad humana, por lo que su máximo representante, el papa Francisco, ha manifestado que el compromiso de animar su abolición en todo el mundo.

Con Información de Actualidad R