Inicia Feria Internacional de La Habana con amplia promoción a los negocios cubanoamericanos

Tras dos años de ausencia debido a las restricciones de la COVID-19, he regresado a Cuba la Feria Internacional de La Habana (Fihav), la cual quedó inaugurada este lunes con la presencia del presidente Miguel Díaz-Canel.

Se trata de un nuevo y desesperado intento del régimen castrista de dar caza al capital extranjero, esta vez con una amplia promoción a los negocios de cubanoamericanos que quieran invertir en la Mayor de las Antillas.

Entre las actividades desarrolladas en la primera jornada del evento, el mandatario no electo cubano llegó hasta varios de los stands claves para el gobierno, siendo una de sus paradas la muestra presentada por el expositor de la representación empresarial de Estados Unidos, y con quienes mantuvo una animada conversación.

Según datos ofrecidos por la agencia Associated Press, la comitiva norteamericana estría compuesta por 14 empresas, entre las que destacan Crowley y Arkoss Grup, especializadas en servicio marítimo y de alimentación, respectivamente.

Esta última buscaría introducirse en la producción de cervezas y conservas en la Isla.

“Llevamos tiempo insistiendo que está abierta la inversión extranjera para las empresas norteamericanas y para los cubanoamericanos. Lo importante es encontrar los caminos, las modalidades de negocios por la que podamos ir avanzando”, fueron las cínicas declaraciones de Díaz-Canel a la prensa oficialista.

“Nosotros no hemos puesto barrera con eso. Es el bloqueo el que ha puesto las barreras”, se atrevió a decir.

Aunque el evento contó con muy poca prensa acreditada, al ser cuestionado por los medios internacionales que participan en el evento sobre si “hay una salida al final del túnel”, haciendo alusión al embargo, el sátrapa respondió: “Yo creo que ha habido luces desde hace tiempo”, insistiendo en que el Gobierno estadounidense es quien impide las negociaciones entre ambos países.

Otro de los presentes fue Manuel Marrero, primer ministro cubano, quien también dedicó unas palabras a los cubanoamericanos que “vienen a ofrecer sus productos”. Del mismo modo, expresó que en la Isla se mantienen “trabajando en la diversificación de los vínculos estatales y la inversión extranjera”.

El periplo de los representantes de la dictadura incluyó a los stands de los países aliados, siendo el de Nicaragua uno los puestos a los que más atención dedicaron y donde Díaz-Canel se encontró con el ministro de Comercio para transmitirle “un fuerte saludo al comandante (Daniel) Ortega y a la compañera vicepresidenta Rosario Murillo”.

“Nicaragua puede contar con Cuba para todo”, fue la manida frase del esposo de Lis Cuesta, quien busca claramente que los empresarios de esa dictadura también inviertan en la Isla, ya que sus productos serían “muy bien aceptados por la población”.

Otras paradas hechas por la comitiva incluyeron los locales de China y Rusia, con una muestra de tecnología, informática y electrónica, así como textiles, materiales de la construcción y piezas para autos por parte de la nación asiática.

Mientras, el país de Vladímir Putin, segundo socio comercial de la Isla, inauguró el pabellón del Ministerio de Industria y Comercio, momento en el que se encontraba presente también el embajador, Anatoli Guzkov, que deseó éxitos a Cuba durante el evento.

Otros locales visitados por el político fueron los stands de Brasil y Emiratos Árabes Unidos, con quienes Cuba ha estrechado lazos, fundamentalmente desde que, en 2020, renovaron acuerdos bilaterales en salud y cultura.