DEPORTES
José Martí encontró en el béisbol una vía para unir a los cubanos migrantes
El apóstol recorrió los campos de juego para recabar el apoyo de los cubanos migrantes en aras de la libertad de Cuba
Este 28 de enero se cumplen 171 años del natalicio de José Martí, el más universal de los cubanos y uno de los hombres que más tiempo de su vida dedicó a la libertad de Cuba. Su quehacer fue inmenso, pero sobre todo siempre tuvo claro que un papel importante en la guerra contra España estaba en manos de los cubanos migrantes que vivían en Estados Unidos.
Con el objetivo de unir a los nacionales en el extranjero y recabar su apoyo, estuvo presente en muchas de las esferas de la sociedad estadounidense donde había cubanos, y una de esas actividades fue el béisbol.
Si bien no fue un tema tan recurrente en sus escritos, sí es posible apreciar en su extensa obra algunas crónicas donde hace alusión al béisbol, al cual denominaba “el juego de pelota”. Fue en su estancia en Nueva York donde más se relacionó con ese deporte.
En los primeros años de la década de 1880, el béisbol estaba en su apogeo en la urbe norteña y coincidió con la estancia de Martí por esas tierras. De hecho, Nueva York es, en propiedad, la cuna de este deporte de origen estadounidense, que evolucionó a partir de otros juegos similares practicados con bates y pelotas.
Tanto es así, que el primer club organizado de béisbol fue formado en 1842, nombrado por su fundador, Alexander Cartwright, como Knickerbocker Base Ball Club.
Uno de sus escritos al presenciar un juego organizado fue “¿Qué peloteros ganaron, los de Nueva York, que tienen el bateador que echa la pelota más lejos, o los del Chicago cuyo campeador es el primero del país, encuclillado fuera del cuadro, mirando al cielo, para echarse con ímpetu de bailarín a coger en la punta de los dedos la pelota que viene como un rayo por el aire?”.
Para Martí, también resultaba claro que el juego de pelota, por las multitudes que atraía, era más beneficioso económicamente que un trabajo tradicional por aquel entonces.
“Hay peloteros que han dejado la universidad para pelotear como oficio, porque como abogados o médicos, los pesos serían pocos y les costarían mucho trabajo, mientras que por su firmeza para recibir la bola de lejos, o la habilidad para echarla de un macanazo (…) gana fama en la nación, enamorada de los héroes de la pelota”, decía el apóstol en uno de sus escritos para el diario La Nación de Buenos Aires, Argentina.