Joven angolano es sentenciado a 20 años de cárcel por asesinar a un padre cubano

Joven angolano sentenciado por matar a un padre cubano (Collage: Ana Hernández – Facebook)

El Tribunal Provincial de La Habana sentenció a 20 años de privación de libertad al joven angolano Armindo Leitao Jeremías, alias Cabera, por el asesinato de un padre cubano hace 10 meses.

La hija de la víctima, Ana Belén Hernández Guerra, compartió en Facebook la decisión del tribunal, que será apelada por el abogado del acusado.

“Después de una investigación exhaustiva y un juicio justo, he aquí al asesino de mi papá, la persona que cambió mi vida para siempre, y le arrebató la alegría a mi familia”, dijo la joven al publicar una foto del sentenciado.

Hernández Guerra comentó en su post que los familiares del angoleño insistieron que él era inocente, pero hubo suficientes testimonios y pruebas para que reciba la sentencia por asesinar a Ramón Hernández.

“Por la mirada de este ser… escurridiza, oscura y hasta tenebrosa, no fue capaz de demostrar su supuesta inocencia con sus ojos y eso no solo lo vi yo, el jurado también lo percibió, estoy segura”, agregó la hija.

Hernández Guerra comentó que ante los comentarios, teorías y difamaciones expresadas en redes sociales sobre el asesinato de su padre, prefirió mantener el silencio hasta que el tribunal diera una sentencia.

“El asesino de mi papá cumplirá una condena de 20 años de privación de libertad en una cárcel de Cuba que no serán suficientes para pagar una pérdida irreparable, pero le servirán para arrepentirse por el resto de sus días por cometer semejante crimen y a mi papá le dará el descanso eterno”, manifestó la hija.

Una publicación que defendía al joven angoleño relataba que la víctima era un profesor de la Facultad de Tecnologías de la Salud y amigo del africano, además de que vendía dólares a los estudiantes.

El post en Facebook decía que Leitao Jeremías, graduado de la facultad, era inocente y corría el peligro de ser ejecutado en las cárceles cubanas.

Esta publicación fue desmentida por Hernández Guerra, quien dijo que su padre no era un profesor en dicha institución, él era encargado del almacén.

Asimismo relató que el progenitor fue ahorcado con un cordón de zapato y su cuerpo fue escondido dentro de una maleta que apareció cerca de la vivienda del acusado.