Joven turco atrapado por el terremoto grabó un conmovedor mensaje de despedida

Taha y su familia estaban dormidos cuando el terremoto de magnitud 7.8 sacudió de madrugada su ciudad natal de Adiyaman, en Turquía. (Captura de pantalla: CNA -YouTube)

Taha Erdem, un joven de 17 años que quedó atrapado en los escombros de su edificio por los terremotos ocurridos el pasado 6 de febrero en Turquía y Siria, grabó un conmovedor mensaje de despedida a su familia en los que creía serían sus últimos minutos de vida.

Cuando el poderoso sismo de magnitud 7.8 sacudió de madrugada su ciudad natal de Adiyaman, en Turquía, Taha y su familia estaban dormidos. Sus padres descansaban en una habitación con sus dos hermanos menores, mientras él estaba en otro cuarto. Por esa razón, quedó solo bajo toneladas de escombros.

En esa desesperante situación, el joven sacó su teléfono celular y comenzó a grabar su último adiós, con la esperanza de que su familia lo descubriera después de su muerte: “Creo que este es el último video que filmaré para ustedes. La muerte, amigos míos, llega en el momento en que uno menos lo espera. Hay muchas cosas de las que me arrepiento. Que Dios me perdone todos mis pecados. Si salgo vivo de aquí hoy, hay muchas cosas que quiero hacer. Todavía estamos temblando, sí. Mi mano no está temblando, es el terremoto”.

Durante el video se escuchan los gritos de otras personas atrapadas y también quedó grabado cómo Taha recita una oración musulmana en árabe. Su teléfono temblaba en su mano mientras las réplicas poderosas sacudían el edificio de cuatro pisos destruido.

Afortunadamente, el joven fue uno de los primeros rescatados. Los vecinos lo sacaron de los escombros y lo llevaron a la casa de una tía. Diez horas después del terremoto, sus padres y hermanos también fueron salvados por los residentes locales que cavaron en los restos del edificio con sus propias manos y las herramientas que encontraron.

Para la familia de Taha, el rescate fue un verdadero milagro. Cuando su madre supo que su hijo estaba vivo y con su tía, respiró aliviada. “El mundo era mío en ese momento”, dijo Zeliha a la agencia The Associated Press. “No tengo nada, pero tengo a mis hijos”.

El edificio se derrumbó piso por piso sobre la familia, según contó la mamá de Taha, que con el desplome quedó alejada de su primer hijo, por lo que gritaba desesperada su nombre. Ahora la familia vive en una tienda de campaña, pues su antigua casa fue recogida en trozos por excavadoras y lanzada a camiones pesados.

La experiencia de la familia de Taha es una de las conmovedoras historias rescatadas en esa inmensa zona de desastre, que ha dejado a miles de personas sin hogar y a más de 41 mil fallecidos en ese país, más los 5.900 reportados hasta ahora en Siria.

En la tarde de este lunes 20 de febrero, dos nuevos sismos de magnitud 6.4 y 5.8 sacudieron otra vez la provincia turca de Hatay, una de las más castigadas por los devastadores terremotos del día 6 pasado, dejando otros 6 muertos y más de 300 heridos hasta el momento.