La Agenda 2030: un proyecto populista e inalcanzable

Ciudad de Lima en Perú. (Foto de referencia © Periódico Cubano)

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un plan de acción global adoptado por todos los Estados miembros de las Naciones Unidas en septiembre de 2015. Su objetivo es transformar el mundo promoviendo la prosperidad, la paz y la protección del planeta.

Establece un marco de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas específicas, que abordan los desafíos más críticos a nivel mundial, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, la degradación ambiental, la paz y la justicia.

Objetivos principales de la Agenda 2030

1. Erradicar la pobreza en todas sus formas.
2. Acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición.
3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos.
4. Asegurar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje permanente.
5. Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.
6. Garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento.
7. Proporcionar acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.
8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.
10. Reducir la desigualdad en y entre los países.
11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
14. Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.
15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres.
16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible.
17. Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.

Sin embargo, a pesar de su amplitud y aceptación, la Agenda 2030 enfrenta críticas significativas y presenta varias deficiencias.

Primero, el plan no siempre considera el contexto local, lo que puede dificultar la aplicación efectiva de sus objetivos en diferentes regiones. Además, la falta de datos claros y precisos hace que muchos de estos objetivos sean difíciles de medir y, por ende, de alcanzar. Sin un marco temporal específico, los países no tienen una guía clara sobre cuándo y cómo deben cumplir con estos objetivos.

La estrategia también es criticada por ignorar el contexto político y empresarial en el ámbito de la energía renovable, y por establecer metas que algunos consideran poco realistas. Esta percepción de populismo en el proyecto puede desviar la atención de las necesidades y realidades locales, complicando aún más su implementación.

La pretensión de igualar a todos los ciudadanos, no solo dentro de un país, sino a nivel global, es vista por algunos como un objetivo impracticable debido a las diferencias económicas, históricas y culturales entre las naciones. Por ejemplo, igualar a un ciudadano francés con uno haitiano en un período de tiempo determinado es considerado por algunos analistas como una expectativa irrealizable.

Detrás de esta estrategia, algunos ven una amenaza a la soberanía nacional y la imposición de un control global que podría limitar los proyectos individuales. Existe preocupación de que este enfoque pueda dar paso a ideologías que buscan redefinir conceptos tradicionales de género y familia, lo cual es percibido por algunos sectores como una amenaza a los valores conservadores y tradicionales.

Artículo de opinión publicado bajo la Política de Renuncia de Responsabilidad de Periódico Cubano