Una de las conjeturas, sobre los supuestos ataques sónicos a funcionarios estadounidenses en La Habana, alude a un incidente ocurrido en Moscú durante la Guerra Fría cuando las dos grandes potencias se espiaban mutuamente a golpe de ondas para captar las comunicaciones del otro. Según reportó el periódico digital 14 y medio.com

Radar microondas
Foto: hiru.eus
Los funcionarios del Departamento de Estado de entonces, en la década de los 70, no encontraban explicación a los problemas de salud presentados por los empleados que trabajaban en el edificio.
Continuó el reporte diciendo que, los soviéticos habían cambiado sus transmisiones de radio a las de microondas que, al ser más cortas, eran más difíciles de interceptar, por lo que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la CIA enviaron espías a la URSS y Europa del Este para levantar puestos de escucha directos. Uno de ellos estaba en la décima planta de la embajada, que ofrecía una excelente vista sobre la ciudad y permitía captar las comunicaciones de la cúpula soviética.
Los rusos, al darse cuenta de lo que ocurría, respondieron usando los haces de microondas contra la ventana del piso 10 de la embajada sin que se sepa si era para demostrar que sabían lo que ocurría, saturar o neutralizar los receptores de los americanos o escuchar las conversaciones que mantenían.
Con esta vieja historia que recuerda, Kaplan se decanta por la hipótesis de las microondas, que toma más fuerza si los sistemas cubanos de comunicación siguen siendo los de la antigua URSS para contrarrestar el espionaje de EE UU en la Isla.
Redacción PC